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Voto de Robin y Marian:
7
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7
6.2
7,639
Drama
Inglaterra, siglo XVIII. Hermosa, sofisticada y adorada por el pueblo, Georgiana (Knightley) fue la mujer más fascinante de su época. Casada muy joven con uno de los hombres más ricos de Inglaterra, el Duque de Devonshire (Fiennes), fue confidente íntima de ministros y mantuvo excelentes relaciones con la Casa Real. Llegó a ser también un icono de la moda, y su influencia en el Partido Liberal fue notable. Sin embargo, fracasó ... [+]
16 de febrero de 2013
16 de febrero de 2013
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A veces escoge Robín, a veces escoge Marian.
Las historias de mujeres de época pre-victoriana (pido perdón por mi falta de capacidad para matizar las épocas históricas del imperio británico), esas, decía, normalmente son cosa de Marian.
La cuestión es que en este caso fue un poco diferente. Llevo mucho tiempo proponiendo ver esta película pero Marian, que le tiene un poco de manía a la actriz protagonista, siempre encuentra otra película más interesante que ver o que comprar. Como a mi me pasa precisamente lo contrario, ayer como el que no quiere la cosa, no voy a confesar como, conseguí comprarla muy rebajada y prácticamente la obligué a verla (ya lo sé, no está bien).
Nos gustó, la película está bien hecha, muy bien interpretada, asombrosamente bien ambientada (es un catálogo de la evolución de la moda de época)... La historia, un poco rocambolesca, fue corroborada punto por punto con una visita posterior a Wikipedia, lo que demuestra que la realidad, como la literatura, sigue siendo un buen fundamento para una historia. Algo que debería tener en cuenta algún que otro director.
Cinematográficamente resulta esclarecedor el paralelismo de la tal duquesa con algunos ejemplos hispánicos, me refiero a que la Duquesa de Devonshire, como Nuestra Duquesa de Alba, fue retratada y referida por la mayoría de los artistas de la época, como por ejemplo Reynolds o Gainsborough, llegando a ser convertida en uno de los iconos fundamentales de su tiempo. Lo relevante en éste caso, y por eso traigo ese paralelismo a colación, es que resulta que no nos hemos encontrado con un ejercicio de representación histórica del personaje, repleto de anécdotas y ejercicios de erudición, (a pesar de que al final resultó ser completamente fidedigno), sino con un ensayo sobre un personaje femenino y sobre sus sentimientos y el papel de la mujer en su época. No quiero ni pensar lo que haríamos aquí con semejante propuesta, bueno puedo imaginármelo ya que ejemplos he visto unos cuantos últimamente.
Con todo, aunque podríamos entrar en muchos otros aspectos históricos o ideológicos que no dejarían de ser cuestiones aparte. La película se deja ver muy bien y en nuestro caso, ser recomendada.
Por señalar algo sobresaliente, escogería (y Marian está completamente de acuerdo) la interpretación de Ralph Fiennes, que cuando hace de ser antipático, le basta un pequeño gesto para dar profundidad, matices y oscuridad a su personaje. Hay que recordar que su primer trabajo fue interpretar al Heathcliff de aquellas Cumbres Borrascosas de Peter Kosminsky en 1992 (la de Juliette Binoche).
En pocas palabras, es buena.
Las historias de mujeres de época pre-victoriana (pido perdón por mi falta de capacidad para matizar las épocas históricas del imperio británico), esas, decía, normalmente son cosa de Marian.
La cuestión es que en este caso fue un poco diferente. Llevo mucho tiempo proponiendo ver esta película pero Marian, que le tiene un poco de manía a la actriz protagonista, siempre encuentra otra película más interesante que ver o que comprar. Como a mi me pasa precisamente lo contrario, ayer como el que no quiere la cosa, no voy a confesar como, conseguí comprarla muy rebajada y prácticamente la obligué a verla (ya lo sé, no está bien).
Nos gustó, la película está bien hecha, muy bien interpretada, asombrosamente bien ambientada (es un catálogo de la evolución de la moda de época)... La historia, un poco rocambolesca, fue corroborada punto por punto con una visita posterior a Wikipedia, lo que demuestra que la realidad, como la literatura, sigue siendo un buen fundamento para una historia. Algo que debería tener en cuenta algún que otro director.
Cinematográficamente resulta esclarecedor el paralelismo de la tal duquesa con algunos ejemplos hispánicos, me refiero a que la Duquesa de Devonshire, como Nuestra Duquesa de Alba, fue retratada y referida por la mayoría de los artistas de la época, como por ejemplo Reynolds o Gainsborough, llegando a ser convertida en uno de los iconos fundamentales de su tiempo. Lo relevante en éste caso, y por eso traigo ese paralelismo a colación, es que resulta que no nos hemos encontrado con un ejercicio de representación histórica del personaje, repleto de anécdotas y ejercicios de erudición, (a pesar de que al final resultó ser completamente fidedigno), sino con un ensayo sobre un personaje femenino y sobre sus sentimientos y el papel de la mujer en su época. No quiero ni pensar lo que haríamos aquí con semejante propuesta, bueno puedo imaginármelo ya que ejemplos he visto unos cuantos últimamente.
Con todo, aunque podríamos entrar en muchos otros aspectos históricos o ideológicos que no dejarían de ser cuestiones aparte. La película se deja ver muy bien y en nuestro caso, ser recomendada.
Por señalar algo sobresaliente, escogería (y Marian está completamente de acuerdo) la interpretación de Ralph Fiennes, que cuando hace de ser antipático, le basta un pequeño gesto para dar profundidad, matices y oscuridad a su personaje. Hay que recordar que su primer trabajo fue interpretar al Heathcliff de aquellas Cumbres Borrascosas de Peter Kosminsky en 1992 (la de Juliette Binoche).
En pocas palabras, es buena.