Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with FATHER CAPRIO
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por FATHER CAPRIO
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de FATHER CAPRIO:
4
Voto de FATHER CAPRIO:
4
1967 

John Huston, Ken Hughes ...
5.2
4,557
11 de octubre de 2007
11 de octubre de 2007
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llama poderosamente la atención que una película en la que participan actores de la talla de Woody Allen y Peter Sellers, absolutos reyes de lo cómico, “hiera”. casi con nocturnidad y alevosía, nuestra sensibilidad de sufridos espectadores, y que las carcajadas prometidas se conviertan en muecas de sonrisas con más penas que glorias.
¡Y que también se presten a este juego, Orson Welles, Charles Boyer, William Holden ó el propio John Huston, resulta cuando menos sorprendente!.
Quizás la idea de partida no era tan mala. Parodiar las películas de James Bond, típica y tópica mezcla (movida y no agitada) de espía y gigoló, tenía su “chance” cómica. Pero claro, si a esa parodia se la viste con colores alucinógenamente sicodélicos pues la cosa empacha un tanto, cual bocata de barbitúricos y mari juanas.
Alguna genialidad de Allen, al mas puro estilo Bananas y cierto recorrido musical detrás de un acuario de peces de colores, en el genuino estilo introductorio de la saga Bond, dan algo de sustancia a una película insustancial, carente de humor y de sentido y a la que el inexorable paso del tiempo ha destrozado sin piedad.
¡Y que también se presten a este juego, Orson Welles, Charles Boyer, William Holden ó el propio John Huston, resulta cuando menos sorprendente!.
Quizás la idea de partida no era tan mala. Parodiar las películas de James Bond, típica y tópica mezcla (movida y no agitada) de espía y gigoló, tenía su “chance” cómica. Pero claro, si a esa parodia se la viste con colores alucinógenamente sicodélicos pues la cosa empacha un tanto, cual bocata de barbitúricos y mari juanas.
Alguna genialidad de Allen, al mas puro estilo Bananas y cierto recorrido musical detrás de un acuario de peces de colores, en el genuino estilo introductorio de la saga Bond, dan algo de sustancia a una película insustancial, carente de humor y de sentido y a la que el inexorable paso del tiempo ha destrozado sin piedad.