El detonante de la saga Skywalker, aquel episodio que tenía que retratar el origen de Darth Vader y su familia, junto al de su maestro.

Así este sencillo primer episodio a medida que va avanzando se convierte en una digna película de Star Wars que no es icónica en absoluto en comparación con las de Mark Hamill, pero que entretiene, y lo que es más importante, te explica quién es quién.

Con un reparto inmejorable, me parece mejor película que el episodio II por supuesto, pero mucho más buena que los últimos sub-productos Disney de Star Wars, no tiene nombre lo que han hecho con esta gran saga. En estas primeras George Lucas contaba una gran historia, en las nuevas una historia lamentable.
El Episodio I me parece buena, tiene sus momentos cómicos para suavizar la tensión de tanta luz contra oscuridad, y en su guión tiene la ligereza del comienzo, pero también la inocencia.

Natalie Portman está totalmente acartonada pero como reina de Naboo se le perdona todo con el magnífico vestuario, y Liam Neeson, absolutamente aprovechado en un episodio en el que Obi-Wan constituye uno de los más importantes personajes y su desarrollo será vital película tras película.

Del mismo modo el pequeño por aquel entonces Jake Lloyd fue la elección perfecta como germen de Darth Vader, en un capítulo en el que la acción, el drama, la comedia y las distintas facciones enfrentadas son mostradas en todo su apogeo al comenzar. Todo tiene un comienzo, y este primero fue muy entretenido.