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España España · coruña
Voto de jrc:
1
Drama A principios de los ochenta, un congresista americano aficionado a la diversión, una mujer de la alta sociedad de Houston defensora acérrima de las buenas causas y un agente de la CIA apasionado por los retos, conspiraron para llevar a cabo la mayor operación secreta de la historia. Joanne Herring (Julia Roberts), una de las mujeres más ricas de Texas y virulenta anticomunista, convenció al congresista Charlie Wilson (Tom Hanks) para ... [+]
10 de febrero de 2012
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine americano, sobre todo en los ochenta, se empeñó, con aquello de la guerra fría, en tratar de meterle en la cabeza al resto del mundo que Estados Unidos eran los buenos, los héroes, los salvadores del mundo y de las libertades, mientras que la Unión soviética, eran malos, muy malos y querían esclavizar a toda la raza humana y destruir el planeta.

Recuerdo con una sonrisa títulos como Amanecer Rojo o la parodía de policía ruso que nos brindó Arnold Schwarzenegger en Danko: Calor Rojo, amén de una larga lista de películas de maporros donde los soviéticos eran los malos y el americano el gran héroe. Todas esas cintas eran lo que eran y sería tontería intentar mirarlas con ojos críticos al compararlas con la realidad de la historia.

Bien, en la Guerra de Charlie Wilson, Mike Nichols se mete siete gramos y medio de patriotismo barato por la nariz y sin ningún tipo de rubor se inventa una historia que a cualquiera que esté un poco informado y tenga un mínmo de cultura general le producirá asco y verguenza.

Un senador americano se va a Afganistán y ve como los soviéticos, a los que falta que los saquen con cuernos y rabo, matan, mutilan, torturan y bombardean a la población civil, sólo por el puro placer de matarlos. Ante tanta injusticia, el valiente fulano, portando la bandera de los cincuenta estados y con la música de barras y estrellas de fondo, decide acabar con el diablo soviético contando con la ayuda de un agente de la CIA y una millonaria ultracatólica (ojo, esto no me lo estoy inventando, aunque parezca mentira). El caso es que intentan convencer al gobierno de su país para que le aflojen muchos millones de dólares a los afganos para que consiguan armas y puedan acabar con el infierno soviético.

Lo malo de todo esto, es que la película intentanta ser algo serio, hasta dice que está basada en hechos reales. Yo no digo que los soviéticos fueran unos santos, pero eso de que los yankis ayuden a la gente desinteresadamente con ansias de justicia y erigiéndose como los salvadores del mundo, sólo se lo puede creer un retrasado mental o alguien que roce el analfabetismo crónico. Apunto también las frases tipo los rusos son el demonio, vamos a matar a esos hijos de puta soviéticos o américa debe proteger al mundo. Para mear y no hechar gota.

Como película, no es del todo aburrida, pero es muy mediocre, casi tanto como los son sus sobrevalorados actores principales, sobre todo Julia Roberts, nunca un amago de actriz tan mala se llevó tantos premios, el único que se salva de la quema es Philip Seymour Hoffman, que aun haciendo un papel plagado de frases rimbombantes y absurdas, se nota que es actor y sabe actuar.
jrc
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