Imaginar que alguien pueda "institucionalizar" el fraude a gente sola e indefensa para quedarse con sus bienes no resulta tan descabellado. Que lo logre a través de los huecos de los sistemas judiciales y funcionarios ineficientes y corruptos, menos descabellado aún.La cosa arranca con uno odiando e indignado con esta mujer sin escrúpulos ni corazón. El petiso de Juego de Tronos es bienvenido como el ángel vengador de tanta patraña, a pesar que desde el principio sabemos que no le va en saga a la dama en maldades varias. Obviamente, tenemos la amante lesbiana que no debe faltar en ninguna producción de Netflix . A partir de allí todo toma un giro por demás inverosímil. El supuestamente pesado resulta ser tan poco efectivo como el sistema judicial. Salva un poco las papas el final que lo toma a uno algo desprevenido .El resto entretiene, sin entrar en demasiados detalles.