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Voto de dovith:
8

Voto de dovith:
8
2014 

Joey Soloway (Creadora), Joey Soloway ...
7.3
5,762
Serie de TV. Comedia. Drama
Serie de TV (2014-2019). 4 temporadas + episodio/musical final (Transparent Musicale Finale) de 2 horas. Todos los miembros del clan Pfefferman, una acomodada familia judía de Los Ángeles, deberán redescubrir su pasado y replantearse su futuro cuando el padre, un profesor recién jubilado, comunica a sus tres hijos, ya adultos, que se siente mujer, que se ha cambiado el nombre a Maura, y que vestirá como mujer desde ese momento. Cada uno ... [+]
6 de octubre de 2014
6 de octubre de 2014
47 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de todo quiero advertir que esta review post es fruto del subidón post-visualización-compulsiva-de-su-primera-temporada y que, como sucede tras haber conocido a alguien que te gusta mucho un fin de semana, quizás cuando me baje el azúcar, la bilirrubina, la euforia o lo que sea, mi opinión pueda cambiar un poquillo... "Transparent" es una serie especial, sincera, conmovedora, divertida, ocurrente, que explora lo difícil que es ser transparente sobre lo que uno verdaderamente es. Una serie con unos personajes reales, con más defectos que virtudes, pero con los que fácilmente te puedes sentir identificado; con unos diálogos ingeniosos, vivos, rápidos; con unas interpretaciones (todas) que merecen claramente todo tipo de premios; con muchos secretos, y donde hay secretos hay drama y eso le da mucho potencial; y sobre todo con un tono triste, alicaído, melancólico, acentuado por su fantástica música, que hace que su humor sea todavía mucho más inteligente y mucho más oportuno, una sensación parecida a la que uno puede sentir al irse a una habitación escondida para reírse durante un funeral. Para mí es como una mezcla entre una peli de Woody Allen y una del festival de Sundance.
El piloto nos presenta a los tres hermanos Pfefferman: Sarah (Amy Landecker), la mayor, una mujer "felizmente" casada y con tres hijos, que es en realidad una lesbiana en el armario, que mantiene esporádicas relaciones sexuales con una mujer abiertamente lesbiana que lleva a su hija a la misma escuela primaria a la que asisten los suyos. Josh (Jay Duplass), un cazatalentos de la música, adicto al amor, es un enamorado en serie, cada chica con la que se acuesta cree que es el gran amor de su vida y que tienen que casarse y formar una gran familia judía. El comportamiento de Josh es fruto de un "trauma" de infancia relacionado con su niñera (Rita), que no desvelaré para evitar spoilers... Y, finalmente, tenemos a Ali (Gaby Hoffman, o la actriz que nunca se hizo las cejas..., vista la temporada pasada en "Girls" interpretando a la peculiar hermana de Adam, el novio de Hannah, y en el cine vista cuando sólo era una niña sin tantas cejas en "Algo para recordar", interpretando a una de las hijas de un viudo que no puede conciliar el sueño, llamado Tom Hanks). Ali es una chica muy poco femenina sin oficio ni beneficio, que sigue viviendo de los cheques que le extiende su padre. La relación de hermanos de estos tres derrocha autenticidad por todos los píxeles de la pantalla. Se odian, se quieren, se gritan, se reconcilian, pero todo huele a verdad. Estos tres particulares hermanos reciben una llamada de su padre pidiéndoles que vengan a cenar, que tiene algo importante que decirles. Todos asumen inmediatemente que quiere informarles de que le han diagnosticado un cáncer...
La cena acaba transcurriendo sin que el pobre Mort Pfefferman (interpretado por un descomunal Jeffrey Tambor de la serie "Arrested Development") pueda contarles cuál es su verdadero problema, puesto que sus egocéntricos hijos no paran de hablar e interrumpirle cada vez que quiere contarles su gran secreto. Como dice el propio Mort en una escena "No sé cómo crié a tres personas que no pueden ver más allá de sí mismos". Mort, divorciado de Shelley (Judith Light, que a mí ya me encantaba en "Ugly Betty", que graciosa es esta mujer...), está pasando por un significativo momento de transición en su vida, quiere comenzar a salir a la calle vestido de mujer y responder al nombre de Maura y así sacar a pasear a la mujer fuerte que todos llevamos dentro. Maura ama a su ex-esposa, y sigue sintiéndose atraída por mujeres, simplemente quiere ser tratada por lo que realmente siente que es, quiere ser por fin, cuando está entrando de lleno en la madurez, transparente para todo el mundo, dejar de ocultar quien realmente es... A partir de ese momento es como si en la serie "Brothers and Sisters" (Cinco hermanos) Sally Field hubiera reunido a todos sus molestos hijos y les hubiera dicho que en realidad siente que es un hombre. Maravillosa es la frase en la que su hija mayor, tras conocer su verdadero secreto le dice "Ayúdame a entender ¿Así que ahora vas a empezar a disfrazarte de mujer todo el tiempo?" a lo que Maura sobriamente responde "La vida entera he estado disfrazándome... de hombre..."
Aún no hay confirmación de si la serie será renovada o no a una segunda temporada, pero las buenas críticas recibidas por la prensa especializada (Metacritic ha recogido una media de 9,1 sobre 10, una de las notas más altas que he visto en series de TV) podría darle carta blanca para una nueva temporada. Sea cual sea el futuro de la serie, os animo a que os peguéis las pestañas postizas, os pintéis las uñas de color cereza en llamas y que acompañéis a Maura en este fascinante viaje lleno de verdad y ternura.
El piloto nos presenta a los tres hermanos Pfefferman: Sarah (Amy Landecker), la mayor, una mujer "felizmente" casada y con tres hijos, que es en realidad una lesbiana en el armario, que mantiene esporádicas relaciones sexuales con una mujer abiertamente lesbiana que lleva a su hija a la misma escuela primaria a la que asisten los suyos. Josh (Jay Duplass), un cazatalentos de la música, adicto al amor, es un enamorado en serie, cada chica con la que se acuesta cree que es el gran amor de su vida y que tienen que casarse y formar una gran familia judía. El comportamiento de Josh es fruto de un "trauma" de infancia relacionado con su niñera (Rita), que no desvelaré para evitar spoilers... Y, finalmente, tenemos a Ali (Gaby Hoffman, o la actriz que nunca se hizo las cejas..., vista la temporada pasada en "Girls" interpretando a la peculiar hermana de Adam, el novio de Hannah, y en el cine vista cuando sólo era una niña sin tantas cejas en "Algo para recordar", interpretando a una de las hijas de un viudo que no puede conciliar el sueño, llamado Tom Hanks). Ali es una chica muy poco femenina sin oficio ni beneficio, que sigue viviendo de los cheques que le extiende su padre. La relación de hermanos de estos tres derrocha autenticidad por todos los píxeles de la pantalla. Se odian, se quieren, se gritan, se reconcilian, pero todo huele a verdad. Estos tres particulares hermanos reciben una llamada de su padre pidiéndoles que vengan a cenar, que tiene algo importante que decirles. Todos asumen inmediatemente que quiere informarles de que le han diagnosticado un cáncer...
La cena acaba transcurriendo sin que el pobre Mort Pfefferman (interpretado por un descomunal Jeffrey Tambor de la serie "Arrested Development") pueda contarles cuál es su verdadero problema, puesto que sus egocéntricos hijos no paran de hablar e interrumpirle cada vez que quiere contarles su gran secreto. Como dice el propio Mort en una escena "No sé cómo crié a tres personas que no pueden ver más allá de sí mismos". Mort, divorciado de Shelley (Judith Light, que a mí ya me encantaba en "Ugly Betty", que graciosa es esta mujer...), está pasando por un significativo momento de transición en su vida, quiere comenzar a salir a la calle vestido de mujer y responder al nombre de Maura y así sacar a pasear a la mujer fuerte que todos llevamos dentro. Maura ama a su ex-esposa, y sigue sintiéndose atraída por mujeres, simplemente quiere ser tratada por lo que realmente siente que es, quiere ser por fin, cuando está entrando de lleno en la madurez, transparente para todo el mundo, dejar de ocultar quien realmente es... A partir de ese momento es como si en la serie "Brothers and Sisters" (Cinco hermanos) Sally Field hubiera reunido a todos sus molestos hijos y les hubiera dicho que en realidad siente que es un hombre. Maravillosa es la frase en la que su hija mayor, tras conocer su verdadero secreto le dice "Ayúdame a entender ¿Así que ahora vas a empezar a disfrazarte de mujer todo el tiempo?" a lo que Maura sobriamente responde "La vida entera he estado disfrazándome... de hombre..."
Aún no hay confirmación de si la serie será renovada o no a una segunda temporada, pero las buenas críticas recibidas por la prensa especializada (Metacritic ha recogido una media de 9,1 sobre 10, una de las notas más altas que he visto en series de TV) podría darle carta blanca para una nueva temporada. Sea cual sea el futuro de la serie, os animo a que os peguéis las pestañas postizas, os pintéis las uñas de color cereza en llamas y que acompañéis a Maura en este fascinante viaje lleno de verdad y ternura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo realmente genial de la serie es la naturalidad con la que todos parecen reaccionar ante la reveladora noticia, como si en el fondo todos estuvieran contentos de recibir a esta nueva madre salida del yo femenino de su padre. Inmediatamente todos comienzan a llamarla de manera natural "Mapa" (para aquellos que a estas horas estéis medio-dormidos y por ello, menos avispados, la combinación perfecta de Mama y Papa...). Genial es el momento en que Sarah le intenta contar a sus hijos que su abuelo ahora empezará a vestir como una mujer y que responderá al nombre de Maura. La metáfora del osito de peluche es buenísima, el osito no es ni chico ni chica, porque no tiene genitales, ni siquiera les importa, y lo quieren igualmente... Así constantemente la serie nos va ofreciendo una serie de situaciones y diálogos tan surrealistas como auténticos sobre el peliagudo tema de la transexualidad. Un tema del que han aparecido personajes secundarios en las series de TV recientes (OITNB, Sons of Anarchy, Grey's Anatomy, ...) pero del que nunca se había hecho una serie que girara entorno a él de una manera tan natural y genuina, lo que ha dado lugar a situaciones hilarantes.
Tambor interpreta a Maura con delicadeza, sutilidad, con una tristeza en la voz y en la mirada llena de matices, que te humedecerá los ojos en más de una ocasión. Maura quiere vivir la última etapa de su vida siendo quien realmente siente que es, vistiendo y actuando como lo que es, una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, que la gente la vea por fuera, como ella siempre se ha visto siempre por dentro, y Tambor lo logra de una manera exquisita. A mí una mujer (Maura) con un pelo tan fantástico y que se pinta las uñas de los pies de color cereza en llamas, ya de manera inmediata me parece fascinante. Se trata de todo un viaje emocional en el que vale la pena embarcarse. Resulta realmente apasionante ver como la revelación del secreto de Maura hace que salgan a la luz otros secretos de la familia, cada hermano tiene un pequeño drama interior; incluso Shelley (la ex-esposa de Maura) tiene que tratar con temas complicados como la eutanasia, cuando se plantea ayudar a morir a su segundo marido, Ed, que sufre un Alzheimer muy avanzado.
La serie te hace llorar y reír, a veces al mismo tiempo... Habla de elementos que nos pueden parecer surrealistas, como el hecho de que exista un campamento de verano en medio del bosque donde hombres, la mayoría casados, van a pasar unos días para poder vestir como mujeres sin que nadie les juzgue. Se me humedecieron los ojos en el momento en que Maura (entonces aún Mort, porque se trata de un flashback) se dispone a coger el coche de vuelta a casa con un compañero del campamento y decide no quitarse la ropa de mujer, su compañero se enfada y le dice que no es seguro conducir vistiendo ropa de mujer, que alguien podría verlos, a lo que ella responde "Oye, Mark, me hace feliz... Déjame ser feliz durante dos horas más..."
Tambor interpreta a Maura con delicadeza, sutilidad, con una tristeza en la voz y en la mirada llena de matices, que te humedecerá los ojos en más de una ocasión. Maura quiere vivir la última etapa de su vida siendo quien realmente siente que es, vistiendo y actuando como lo que es, una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre, que la gente la vea por fuera, como ella siempre se ha visto siempre por dentro, y Tambor lo logra de una manera exquisita. A mí una mujer (Maura) con un pelo tan fantástico y que se pinta las uñas de los pies de color cereza en llamas, ya de manera inmediata me parece fascinante. Se trata de todo un viaje emocional en el que vale la pena embarcarse. Resulta realmente apasionante ver como la revelación del secreto de Maura hace que salgan a la luz otros secretos de la familia, cada hermano tiene un pequeño drama interior; incluso Shelley (la ex-esposa de Maura) tiene que tratar con temas complicados como la eutanasia, cuando se plantea ayudar a morir a su segundo marido, Ed, que sufre un Alzheimer muy avanzado.
La serie te hace llorar y reír, a veces al mismo tiempo... Habla de elementos que nos pueden parecer surrealistas, como el hecho de que exista un campamento de verano en medio del bosque donde hombres, la mayoría casados, van a pasar unos días para poder vestir como mujeres sin que nadie les juzgue. Se me humedecieron los ojos en el momento en que Maura (entonces aún Mort, porque se trata de un flashback) se dispone a coger el coche de vuelta a casa con un compañero del campamento y decide no quitarse la ropa de mujer, su compañero se enfada y le dice que no es seguro conducir vistiendo ropa de mujer, que alguien podría verlos, a lo que ella responde "Oye, Mark, me hace feliz... Déjame ser feliz durante dos horas más..."