Una película muy del estilo de "Locke", "Buried", "Culpable" o incluso en menor medida la gran "Última llamada", que basan su argumento y entretenimiento en la tensión creada con un solo actor interactuando por teléfono, si no os gustan de esas. Olvidaos.
Se agradece que solo dure 1 hora y 20 minutos porque tengo que reconocer que alargarlo en éste caso hubiera sido un error, en ciertos momentos se hace repetitiva y algo cansina, y no quiero decir que sea mala, pero no me ha podido crear tanta atmósfera y tensión como las otras ya mencionadas.
Naomi Watts lo hace bien y se deja ver sin problemas, pero le ha faltado más pegada, se me ha hecho algo parca, tiene sus momentos emotivos, aunque muy usuales, y no han faltado los míticos clichés de toda la vida.
En definitiva, no es una maravilla, y no esperes que te sorprenda, ese factor no es su baza.
Entretiene.
Naomi Watts es otra pedazo de actriz que tuvo su momento pero que hoy día va decayendo poco a poco realizando films de segunda fila, me recuerda a otro caso similar como es el de Chloe Grace Moretz, una actriz increíble que podría haberse convertido en una auténtica bestia, pero que acabó interpretando papeles en pequeñas producciones de cine independiente y de "segundo horno".