Cuando ví por primera vez esta serie anunciada en la televisión me llamó poderosamente la atención. Michael Scofield (Wentworth Miller) es un hombre desesperado por salvar a su hermano Lincoln Burrows (Dominic Purcell), ya que está condenado a la pena de muerte y está programada su ejecución en unos cuantos meses por un asesinato que no había cometido.

Enseguida empezé a devorar la primera temporada y me cautivó desde el primer episodio. La primera temporada es puro suspense y adrenalina donde protagonizan la fuga del siglo en la penitenciaría de Fox River. Sin lugar a dudas fue la mejor primera temporada de una serie que había visto en mi vida y entonces pensé que estaba ante una serie de culto, ante una serie antológica. Luego comenzó la segunda temporada y la cosa empezó a cambiar, seguía teniendo tensión, el punch necesario para engancharte e incorporó un gran personaje como Alexander Mahone, pero cerca de su final ya te olías que aquí había gato encerrado, que en este mundo de la televisión el dinero manda y que esta serie la iban a intentar estirar hasta el infinito con el único propósito de hacer caja.

Con un final en su segunda temporada superforzadisimo y sin pies ni cabeza, tus peores temores se confirman y la tercera temporada resulta ser una castaña de campeonato, una temporada horrenda en todos los sentidos: las tramas no valen, los personajes deambulan perdidos como pollos sin cabeza, hay giros que rizan el rizo de manera forzadísima, etc. En ese momento decidí dejar de ver la serie y cortar por la sano. Hace poco una amiga mía, gran admiradora de la serie, me convenció para ver la última temporada y me puse a ello. Sin llegar al nivel de la primera y la segunda, me llevé una grata sorpresa porque estuvo bastante bien y me gustó muchísimo su inesperado final.

Sobre los personajes hago un breve apunte y es que la mayoría de ellos son excelentes: Scofield, Sara, Bellick, Abruzzi, Burrows, Sucre, etc. Quizás me decante por Mahone como mi personaje favorito porque le veo como el más completo de todos, ya que evoluciona muy bien varias veces en la serie.

He decidido darle un 8 porque creo que es su nota justa, ya que la temporada 1 es una obra maestra (de 10 vamos), la segunda buena, y la cuarta también es buena (con un final muy criticado pero que a mí me ha parecido perfecto dicho sea de paso), pero claro no puedo darle más nota porque me acuerdo del desvarío de Sona y eso no se puede olvidar fácilmente.