"La marca del lobo" es un modesto filme con el que me he llevado una grata sorpresa. Es una película muy limitada, dónde se nota su bajo presupuesto y que los actores son de segunda fila, pero lo he encontrado un filme honesto y entretenido, sin caer en absoluto en lo ridículo. Sin ser pretenciosa y dentro de sus limitaciones, está bien hecha, bien narrada y dónde destaca una fotografía que ya quisieran para sí otras producciones con muchos más recursos económicos. Lo que más me ha gustado sin duda es que quiere ser distinta, nos muestra la parte mística de la licantropía, evitando los clichés habituales con transformaciones espectaculares a la luz de la luna llena, las escenas sangrientas de mutilaciones, y la visión de los hombres-lobos como bestias infernales.

Quiero recalcar que el eje de este filme es una historia de amor prohibido entre una mujer-lobo y un humano. El romance al principio te descoloca un poco, más que nada porque te esperabas otra cosa, te esperabas una película de terror, con más acción y más muertes/asesinatos. Muchas críticas sobre el producto irán en este sentido, pero si la ves como lo que es realmente, una película con una historia romántica, tampoco te resultará tan infumable.

El filme tiene muchos defectos: las escenas de acción son del montón, los efectos especiales no son nada del otro mundo, la mayoría de los actores son bastante planos, con interpretaciones muy malas, incluso algunos lobos actúan mejor que ellos, vamos. Lo de los saltitos a lo "Power Ranger" en algunas escenas es para pasar por la guillotina a Katja Von Garnier. Sin embargo, a pesar de todo esto, tiene cosas positivas: la protagonista (Agnes Bruckner) está de muy buen ver, tiene algunas escenas con garra como la caza del narcotraficante y los lobos corriendo a toda pastilla por el bosque sorteando los árboles. Y el mayor acierto del filme es que no aburre, que pasas un rato entretenido viéndolo.