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Voto de Edgar_Morton:
5
Voto de Edgar_Morton:
5
5.5
4,563
9 de mayo de 2011
9 de mayo de 2011
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal vez no sea una gran idea ver la película después de haber hecho lo propio con su remake, realizado por el director francés Alexandre Aja. Con algunos pequeños cambios tales como que los mutantes no son tan deformes como en el remake, (ya que su origen nuclear no es tan pronunciado), viven en una cueva en lugar de en un pueblo creado para las pruebas nucleares o el hecho de que el personaje de Doug no es aquí en absoluto pacifista, (como nos muestra la escena en que decide no llevar pistola simplemente porqué no hay más) , la película habla igualmente del tan estadounidense miedo cinematográfico a las carreteras secundarias y a los parajes solitarios y deshabitados (no debe haber ninguno en el que no haya mutantes asesinos, locos con sierras o psicópatas varios) y en sentirse desprotegido fuera del hábitat natural ya que la familia protagonista es carne de ciudad donde lo controlan todo pero en esta ocasión están fuera de sitio.
Pero a pesar de todas esas intenciones la película no explora la psicología de los personajes y pasa a pies puntillas sobre ellos empezando por Big Bob, el patriarca de la familia y policía retirado (y si le hubieran dado más cancha hubiera demostrado estar más zumbado que los mutantes, como se demuestra cuando habla solo, ¡y a cámara!), Bobby, el hijo menor (pero mayor que en el remake) , Doug, el yerno (mucho más profundo en la versión de 2006 y casi se diría recién salido de los Village People, junto con Bobby, sobre todo este. Qué daño hicieron los setenta al vestuario veraniego masculino), y la mujer y las hijas, que poco aportan, salvo ser los mayores blancos del ataque. En el otro extremo se encuentran los mutantes encabezados por Júpiter y sus hijos, Plutón (el mítico Michael Berryman), Marte, Mercurio y Ruby, la hija (que igual que en el remake es un personaje positivo, aunque aquí es mayor y habla), personajes interesantes pero que no dan esa sensación de inquietud y ansiedad que producen en la nueva versión.
Pero a pesar de todas esas intenciones la película no explora la psicología de los personajes y pasa a pies puntillas sobre ellos empezando por Big Bob, el patriarca de la familia y policía retirado (y si le hubieran dado más cancha hubiera demostrado estar más zumbado que los mutantes, como se demuestra cuando habla solo, ¡y a cámara!), Bobby, el hijo menor (pero mayor que en el remake) , Doug, el yerno (mucho más profundo en la versión de 2006 y casi se diría recién salido de los Village People, junto con Bobby, sobre todo este. Qué daño hicieron los setenta al vestuario veraniego masculino), y la mujer y las hijas, que poco aportan, salvo ser los mayores blancos del ataque. En el otro extremo se encuentran los mutantes encabezados por Júpiter y sus hijos, Plutón (el mítico Michael Berryman), Marte, Mercurio y Ruby, la hija (que igual que en el remake es un personaje positivo, aunque aquí es mayor y habla), personajes interesantes pero que no dan esa sensación de inquietud y ansiedad que producen en la nueva versión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Probablemente en la época en la que se estrenó, (tres años después que La Matanza de Texas, la que por cierto ha envejecido mucho mejor), fue un soplo de aire fresco y sus escenas violentas, próximas al gore, el momento de la violación o el abrupto final fueron mucho más impactantes que para nosotros ahora acostumbrados a ver todo tipo de cosas en una pantalla de cine y, claro está, mejor realizadas, ya que aquel Wes Craven, aunque voluntarioso, no era un gran director, al menos en aquella ocasión, con lo cual me quedo en esta ocasión (y sin que sirva de precedente), con la nueva versión.