Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Esclarmund
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Esclarmund:
8

Voto de Esclarmund:
8
7.2
168,281
Ciencia ficción. Aventuras. Bélico. Acción. Fantástico. Romance
Año 2154. Jake Sully (Sam Worthington), un ex-marine condenado a vivir en una silla de ruedas, sigue siendo, a pesar de ello, un auténtico guerrero. Precisamente por ello ha sido designado para ir a Pandora, donde algunas empresas están extrayendo un mineral extraño que podría resolver la crisis energética de la Tierra. Para contrarrestar la toxicidad de la atmósfera de Pandora, se ha creado el programa Avatar, gracias al cual los seres ... [+]
27 de diciembre de 2009
27 de diciembre de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad, está claro que esta película, porque es una película aunque a mucha gente se le olvida, no deja indiferente. O se odia o fascina.
Las críticas más salvajes se lanzan al guión y bueno, para cualquier cinéfilo resulta evidente que giones maestros, los hay más bien pocos y que la mayoría, incluso los maestros, beben de mitos culturales. Eso es lo de menos. Lo importante es que la película sea coherente con lo que nos explica. Así, a diferencia de bodrios como el esperado Disctrict 9, Avatar cumple esas espectativas.
¿Que te recuerda a Pocahontas? ¿Que te recuerda a El Último Mohicano? ¿Que te recuerda a El Último Samurai? ¿Que suena a Bailando con Lobos? Eso no significa nada. El cine tiene muchos registros, y el de Avatar es espeluznantemente brillante.
Cameron sabe tratar de una forma ligera la idea de que la naturaleza es un bien a preservar, superando la historia de amor clásica, que la hay, en aras de una idea más grande. Cameron te plantea el imperialismo llevado a corporaciones que tratan de explotar mundos con recursos riquísimos, más o menos lo que llevamos haciendo los occidentales en África durante un siglo, o lo que han hecho los americanos en Irak, o lo que hicimos los españoles en América.
Y lanza el mensaje de todo un planeta en pié de guerra para evitar la desnaturalización de un ecosistema vivo. Ello supera evidentemente al mensaje de Tarantino en Inglorious Basterds. Si es que lo tiene.
En fin, recomendable verla en 3D, sin pensar en nada más que en disfrutar de un buen espectáculo, que, en definitiva, es el cine.
Las críticas más salvajes se lanzan al guión y bueno, para cualquier cinéfilo resulta evidente que giones maestros, los hay más bien pocos y que la mayoría, incluso los maestros, beben de mitos culturales. Eso es lo de menos. Lo importante es que la película sea coherente con lo que nos explica. Así, a diferencia de bodrios como el esperado Disctrict 9, Avatar cumple esas espectativas.
¿Que te recuerda a Pocahontas? ¿Que te recuerda a El Último Mohicano? ¿Que te recuerda a El Último Samurai? ¿Que suena a Bailando con Lobos? Eso no significa nada. El cine tiene muchos registros, y el de Avatar es espeluznantemente brillante.
Cameron sabe tratar de una forma ligera la idea de que la naturaleza es un bien a preservar, superando la historia de amor clásica, que la hay, en aras de una idea más grande. Cameron te plantea el imperialismo llevado a corporaciones que tratan de explotar mundos con recursos riquísimos, más o menos lo que llevamos haciendo los occidentales en África durante un siglo, o lo que han hecho los americanos en Irak, o lo que hicimos los españoles en América.
Y lanza el mensaje de todo un planeta en pié de guerra para evitar la desnaturalización de un ecosistema vivo. Ello supera evidentemente al mensaje de Tarantino en Inglorious Basterds. Si es que lo tiene.
En fin, recomendable verla en 3D, sin pensar en nada más que en disfrutar de un buen espectáculo, que, en definitiva, es el cine.