Hay películas que pierden con el tiempo, y esta es una de ellas. Antiguamente se rodaba mucho en función del espectador, era preferible cargarse la trama y parecer ridícula, antes que disgustar al que paga para verla.

El asesino poeta si nos ceñimos a la sinopsis es una trama la mar de interesante, lástima que una vez en pantalla, falle más que una escopeta de feria. Pasamos por encima de los personajes sin profundizar casi en ninguno, variando el trato entre ellos en cuestión de segundos, ahora te trato de señor, tres segundos después de cariño y te beso, ¡¡¡ por favor, seamos serios !!!

En cuanto a la intriga está muy bien, ya que la línea que sigue no muestra nada hasta ya muy avanzada la historia, y esto en mi opinión es lo mejor de este tipo de películas, que te mantengan con la expectativa hasta casi el final. Las actuaciones merecen una nota aparte, a excepción de Boris Karloff el cual sale poco y como de costumbre sobreactúa de forma exagerada, he disfrutado con el resto del elenco. George Sanders está cumplidor, tampoco nos engañemos, su entereza en comisaría es poco creíble, pero bueno, lo aceptamos. Lucille Ball, es un bellezón y una gran actriz, lástima su corta carrera y el haber coincidido con grandes actrices de su época. Charles Coburn magistral en su papel de inspector Temple y muy simpático el personaje de George Zucco, siempre con un crucigrama entre manos.

En resumen una película para gente poco exigente y para pasar un rato entretenido sin más.