Os situo, lunes después de currar y almorzar y no muy preparado para ver algo que me hiciera pensar, sino algo ligerito y abro Netflix y me encuentro Centinela, leo la sipnosis y me digo...vamos allá.

La película no es buena, a ver, me explico, que no es mala, es entretenida, pero no le darán ningún premio jamás en la vida, ni recordaremos a su reparto, ni su fotografía, ni los movimientos de cámara, ni tan siquiera las bellas escenas rodadas en París. La olvidaremos a los 10 minutos, pero me da igual. Si ha conseguido entretenerme y lo más difícil, mantenerme despierto durante hora y media, ya le doy mi aprobado.

La historia es interesante desde el punto de vista de la protagonista, su puesta en escena y la presentación del personaje poco a poco me va ganando, eso sí, me va dejando muy frío la interpretación, ya que parece todo muy sobreactuado, si os fijáis siempre hace cosas diferentes y deja de atraer mi atención poco a poco. Pero cuando aparece su hermana, sube el interés, pero por poco tiempo, la sensación es que el guión lo tengo a mi lado y me lo he leído antes de verla, porque comienzo a imaginarme lo que va a ocurrir de ahí en adelante, sin apenas equivocarme. Repito, sigue siendo entretenida, pero no me sorprende lo más mínimo.

El final podrá ser del gusto de muchos y del desagrado de otros tantos, elijan ustedes mismos.