Sin duda no es lo más destacado de Miike, a quien admiro por dirigir películas tan interesantes y entretenidas como Gozu o Ichi The Killer. Esta realización escapa de esas obras y es un producto decididamente japonés, repleto de simbolismos y puestas en escena muy ajenas a nuestra idiosincracia y gustos. Eso no es malo persé, obviamente, pero la forma final del producto se asemeja a una obra hollywoodense del montón, cargada de cgi de pixar, una trama repetitiva, actuaciones pobres, etc.

En resumen, la película pareciera ser más bien una humorada, cargada de comedia de estilo japonés y situaciones extrañísimas sacadas de un manga aún más raro, y que fue encargada a Miike para que le diera forma, más no su estilo ni personalidad.

Es difícil de valorar. La nota no es porque sea horrible, que no lo es, sino que es para aclarar que no es una película para "nosotros", es muy japonesa y sin duda allá es algo asi como una obra maestra.