Es una película interesante, pero no es para nada la obra maestra como la catalogan algunos, eso es definitivo y no debiera ser objeto de debate. Pero entretiene, que es lo que importa. Es difícil despegarse de la pantalla (por lo menos durante el 80% del metraje) porque realmente quieres saber cómo terminará la protagonista cuando culmine su descenso a la locura.

Fácilmente pudo ser un episodio de larga duración de la conocida serie Black Mirror, tiene todos los elementos para serlo: se inventa un objeto/cosa/sustancia interesante y futurista, y se arma una trama grotesca y oscura alrededor de ella. Y listo. Le añades una actriz medio famosa, desnudos y tienes el éxito asegurado. Eso es La Sustancia. Lamentablemente le sobra mucho tiempo, por lo menos la última media hora está demás, ensucia demasiado lo que fue el resto de la película.