Un drama. La rutina diaria de una mujer buena, una verdadera santa, maltratada por la vida. Con imágenes emotivas, como la del hijo toxicómano acariciando la cara de su madre mientras está consumiéndose, cuando está cantando en la cárcel poco antes de intentar suicidarse la canción de Julio Iglesias que le enseñó su madre... Con momentos graciosos, tiernos, tristes... Lo único que falla son los últimos 15 minutos, que flojea un poco, pero la película es excelente.