Una película de 175 minutos de duración a la que le sobran por lo menos 100 minutos para lo que cuenta.
El film tiene grandes pretensiones y buenos micro detalles que giran en torno a un guion bastante malo, lo que provoca que acabe naufragando.

El protagonista tiene dos modos de hablar, en uno susurra casi todo el tiempo y cuando parece que grite es porque está hablando normal, con lo que es de esas películas en que se tienen dificultades para escuchar el diálogo pero te revientan los tímpanos con el sonido de las escenas de acción.

Desde el comienzo se ve que la cadencia del ritmo de la obra es alarmantemente lenta, muy parsimoniosa, lo que aderezado con un guion que es muy poca cosa, termina por aburrir. Toda la película está rodada con una pretendida seriedad que está más cerca de la parodia que de otra cosa.

Más que basarse en los orígenes del personaje o querer mostrar algo novedoso, es bastante convencional y busca emular a la década de los 90, el ejemplo más obvio es “Seven” y para el corto hecho con una escena eliminada, “El silencio de los corderos”. Usan pocas influencias, mal digeridas, y sobre unos pocos elementos principalmente estéticos o que afectan a la forma, tales como la fotografía o un buen reparto de actores (aunque sus personajes no tengan mucha profundidad o un buen guion con el que trabajar).

En general podría haber sido mejor sin una duración disparatada y con un guion menos malo, pero aún así estaría muy lejos de la sobrevaloracion que se le ha dado.