Una comedia de Judd Apatow que mezcla dos premisas, la de hacer un rodaje en tiempo de pandemia de covid-19 teniendo que crear una burbuja y añadiendo complicaciones a las dificultades habituales de llevar a buen puerto la grabación de una película, y el de rodar una sexta parte de una saga de esas que no es que esté venida a muy menos, sino que ya en su primera parte ni valía la pena o a duras penas entretenía.

Cada una de esas dos premisas podría dar situaciones paródicas lo suficientemente potentes como para una película por sí sola. Aquí Apatow mezcla todo, creando un absurdo enorme y logrando una película con una proporción de estupidez gigantesca. Pero no lo digo en un sentido peyorativo, en absoluto, da la sensación de que es lo que busca Apatow, hacer una comedia sencilla y tonta que saque unas risas y no tenga ninguna pretensión, además de pasarlo bien en un rodaje en el que trabaja con su esposa e hija.

Incluye montones de cosas, muchísimos personajes principales y secundarios y cameos, y cada uno de ellos es un buen humorista o ofrece un buen punto cómico, aunque en algunos momentos parezca algo descontrolado en cuanto a dirección y como es habitual en Apatow se pase con el metraje, que si una propuesta así pide de 80 a 90 minutos, pues él lo suele alargar a 120 o 130 y varias veces ya ha provocado que el espectador acabe algo cansado.

El humor en general es algo soez, muy de caca culo pedo pis, y posiblemente habrá algún momento que moleste, pero también hay detalles absurdos o con cierto talento que pueden llamar la atención, los actores en general hacen un buen trabajo y están comprometidos, y el film no explora todas las posibilidades cómicas de sus premisas, ni busca ser inteligente o crítica, pero tiene algún buen momento y es entretenida, para ver sin pretensiones aunque no explote las posibilidades del meta lenguaje interno que plantea.