Una película que parecía que podría estar bien, es decir, Shane Black toma las riendas de una franquicia en horas bajas, el mismo es el guionista de películas como “El último boy scout” o director de “Dos buenos tipos” o “Kiss kiss bang bang” y es bastante hábil en el género del buddy movie, mezclando bastante bien humor y acción, todo eso además de ser un integrante original del equipo de Schwarzenegger en 1987.

Bien, pues a pesar de todo eso, es un truño como película de acción, un truño aún mayor como película que forma parte de la saga Predator, y su guion es tan absurdo y lleno de sin sentidos que hace que no sirva ni como comedia involuntaria, parece que ellos mismos se tomen a guasa la película entera.

Desaprovecha por completo un buen reparto y un buen presupuesto y consigue uno de los puntos más bajos de toda la saga, y eso no es fácil, ya que había tocado algún fondo bastante profundo. Una película absurda e idiota que deseas olvidar nada más ver.