Será la magia de la isla de Formentera, a donde me llevé expresamente la película porque quería verla allí, para poder recrearme una y otra vez en esas playas y ese paisaje. O será la rareza de la película en sí o el cuento en general...
El caso es que la película me gustó.
Lo tiene todo. Drama, romanticismo, y sí, muchas escenas de sexo, ¿y qué? Hacen que la relación amorosa aún sea más especial, así como todo el cuento, toda la imaginación que recorre al protagonista y que nos envuelve en la trama, y aunque sí que es cierto que yo habría quitado muchas, no me importa, porque al igual que me pasó en Formentera, me dejé llevar por la magia.
Además, todo se acompaña de una banda sonora perfecta. Y de unas actuaciones femeninas que llegan. Es cierto que Tristán Ulloa no me acaba de emocionar, pero Elena Anaya, además de jovencísima y guapísima, está estupenda!
No es para todos los públicos, claro que no. Todo depende de la predisposición que uno tenga. Sólo déjate llevar...