Pese a lo que todo el mundo afirma, las películas de El Señor de los Anillos no son ninguna obra maestra, y aún menos su tercera parte (¡la que más gusta!), que además de soporífera es un bodrio espeluznante (también es el peor libro, es cierto). Cuando dentro de algunos años todos los flipaos dejen de afirmarlo (y los que aquí escriben no son la mayoría chavales... que aquí debe haber hasta profesores universitarios) a lo mejor pueden dar una crítica más objetiva, menos flipada, a este tercio de film que ya sólo por dividir una obra en tres ("estáfalo como puedas") ya es un despropósito.

No entro a valorar, en plan dogmático, que introdujeran algunos cambios, que añadieran escenas que no aparecen como tal en el libro. Puede ser muy loable, una virtud, si se hace bien. Pero sencillamente, no es el caso. Peter Jackson sabe rodearse muy bien de artistas, de un gran director de fotografía, de algunos buenos actores... lo que falla, siempre, es él. Hacer montones y montones de bellísimas tomas aereas no te hace buen director, si luego no sabes narrar bien una historia, si te falla el ritmo por doquier, y si metes tal cantidad de tontadas que casi pareces tan absolutamente mediocre como lo es Michael Bay (por suerte, aún está bastante por encima de éste).

Esta peli "está bien", no llegas a aburrirte tanto como se decía... pero no es ninguna gran pelicula. Es la peliculilla de entretenimiento que dentro de no mucho vamos a ver en Antena 3 un sábado a las 3:30... nada más. Esta clase de películas de aventuras no han vuelto a hacerse bien (y de verdad que desconozco la razón, pero es un hecho científico como que el agua moja) desde los años ochenta, con alguna salvedad. No aporta nada, no supone ninguna mejora en nada, no sorprende en nada; y lo malo, pesa mucho. Los tan cacareados efectos especiales... en fin, yo tengo diez dioptrías y para mí se les ve el cartón de un modo atroz, que de continuo te saca de la historia; no sé qué es lo que ven los demás.

Creo que es hora ya de que alguien diga lo que de verdad es este director, lo mismo que James Cameron: un gran vendedor de humo, de imágenes con la más falsa epicidad que concebirse pueda, conjugadas con otras de pésimo lirismo a cámara lenta y voces blancas de fondo. No es que sea lo peor del mundo, pero digámoslo ya de una vez, tampoco es un genio. Esta película está bien, y ya está, y podría haberla hecho cualquiera.

En cuanto a la música (soy gran fan de las bandas sonoras) lo mismo: mira que Howie es buen compositor, pero aquí ha patinado. Esta música, como la de el Retorno del Rey, no aporta NADA a lo previamente compuesto. No hay ningún tema que te den más ganas de escuchar que otro, pues sólo se oye monotonía corte tras corte, una masa indiferenciada de cuerda, la mayoría de las ocasiones, que no se parece a nada; o dicho de otra manera, que se parece a calquier cosa. No sé de dónde sale la maestría de esta banda sonora que comenta el personal. Algunos parece que les pagan para anunciar películas y discos.