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Voto de Willy Fog:
8
Voto de Willy Fog:
8
7.4
5,475
28 de abril de 2024
28 de abril de 2024
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un film exitoso en Italia, que intenta hacer un guiño al pasado y a un estilo, el neorrealismo, que caló profundamente en la postguerra de la Segunda Guerra Mundial en el mundo del cine, pero utilizando una visión más moderna del mismo.
La película adopta muchos de los elementos que caracterizaron a este estilo: costumbrista, mostrando la vida de en las calles de una Roma tras la caída del fascismo con unos personajes bastante cotidianos y un perfecto ambiente que trasciende aún más; al estar rodada en blanco y negro y con una gran fotografía..
La historia es un drama pero con algunos momentos cómicos de enredo que alivian el duro tema de fondo que es el de la situación de humillación, explotación y maltrato que sufrían las mujeres en aquel momento, en una sociedad paternalista y machista. La idea de que el hombre era la suprema autoridad en las casas y que las mujeres deberían aceptar y someterse de forma sumisa, pidiendo permiso para casi todo, con una desigualdad enorme en sus derechos respecto a aquellos, que queda ampliamente reflejada en la familia protagonista del film.
Gran interpretación coral, con actores italianos y un gran papel de Paola Cortellesi, protagonista y directora de esta ópera prima, que nos hace vislumbrar un gran futuro.
La música es muy importante en la película y genera en muchos momentos un ambiente muy especial, tanto en las canciones italianas acordes con las escenas, como los temas de corte actual que le dan un carácter más contemporáneo a la película. El final resulta sorprendente por no ser el que parece inducir la película y es el poder votar las mujeres en las primeras elecciones para el Referéndum a la República y que se creara la Asamblea Constituyente, al que acudieron mayoritariamente esperando una gran mejora en su situación y derechos.
Me temo que al público en general le va a gustar y en mi opinión tendrá razón, aunque haya trucos sentimentaloides, de cierto populismo y sencillez, de aprovecharse de lo evidente para llevarse al espectador a su terreno. Pero en eso también consiste el cine, en llegar al mayor público posible. No pretende ser una película de culto y quizá esta mirada al pasado con todo lo expuesto no sea tan bien calificada por los más puristas.
Siempre nos quedará mañana, es la frase que la protagonista pronuncia y que representa despertar a una conciencia de rebeldía de la situación en la que ella y todas las mujeres de aquel momento vivían y que desgraciadamente todavía no se ha resuelto, sigue en proceso.
La película adopta muchos de los elementos que caracterizaron a este estilo: costumbrista, mostrando la vida de en las calles de una Roma tras la caída del fascismo con unos personajes bastante cotidianos y un perfecto ambiente que trasciende aún más; al estar rodada en blanco y negro y con una gran fotografía..
La historia es un drama pero con algunos momentos cómicos de enredo que alivian el duro tema de fondo que es el de la situación de humillación, explotación y maltrato que sufrían las mujeres en aquel momento, en una sociedad paternalista y machista. La idea de que el hombre era la suprema autoridad en las casas y que las mujeres deberían aceptar y someterse de forma sumisa, pidiendo permiso para casi todo, con una desigualdad enorme en sus derechos respecto a aquellos, que queda ampliamente reflejada en la familia protagonista del film.
Gran interpretación coral, con actores italianos y un gran papel de Paola Cortellesi, protagonista y directora de esta ópera prima, que nos hace vislumbrar un gran futuro.
La música es muy importante en la película y genera en muchos momentos un ambiente muy especial, tanto en las canciones italianas acordes con las escenas, como los temas de corte actual que le dan un carácter más contemporáneo a la película. El final resulta sorprendente por no ser el que parece inducir la película y es el poder votar las mujeres en las primeras elecciones para el Referéndum a la República y que se creara la Asamblea Constituyente, al que acudieron mayoritariamente esperando una gran mejora en su situación y derechos.
Me temo que al público en general le va a gustar y en mi opinión tendrá razón, aunque haya trucos sentimentaloides, de cierto populismo y sencillez, de aprovecharse de lo evidente para llevarse al espectador a su terreno. Pero en eso también consiste el cine, en llegar al mayor público posible. No pretende ser una película de culto y quizá esta mirada al pasado con todo lo expuesto no sea tan bien calificada por los más puristas.
Siempre nos quedará mañana, es la frase que la protagonista pronuncia y que representa despertar a una conciencia de rebeldía de la situación en la que ella y todas las mujeres de aquel momento vivían y que desgraciadamente todavía no se ha resuelto, sigue en proceso.