Tercera entrega de Harry Potter, que después de las dos magníficas anteriores, cambia la dinámica volviéndola más oscura y seria. Esto le sale a la perfección a nuestro nuevo director Alfonso Cuarón, haciendo de este producto un regalo visual. Aparte de los indiscutibles efectos especiales y visuales, John Williams hace un mejor trabajo en su composición, dándonos una banda sonora asombrosa. La aparición de Gary Oldman es buenísima, otro gran actor se úne a esta mágica saga, al igual que David Tewlis. La historia está bien contada, sin rodeos ni complicaciones. Aunque sí que tiene un pequeño rodeo, el del giratiempo (chiste malo). Las escenas con el hipogrifo son deslumbrantes, destacando el primer vuelo con Harry. Muy buena película, de las mejores de Harry Potter.