Basada en la novela gráfica “The Surrogates” (2005), publicada originalmente como miniserie de cinco números, de Robert Venditti y Brett Weldele, la historia nos sitúa en un futuro cercano donde la raza humana vive aislada e interactúa a través de robots.

El año 2054, se comercializan de forma normal los “surrogates”, unos androides con aspecto humano, pero versión mejorada de sí mismo, más fuerte, más guapo, y nunca envejece.

Mediante una mezcla de cibernética y realidad virtual son manejados por control remoto por sus dueños desde la seguridad de sus casas, además de que son ampliamente utilizados por los ciudadanos.

Tom Greer (Bruce Willis) es un policía que a través de su cuerpo suplementario mecánico, investiga la muerte de varios robots. Sin embargo, pronto debe abandonar su refugio y salir al exterior por primera vez en años para destapar una conspiración contra el sistema.

El film es una crítica hacia la sociedad sedentaria, advierte lo que puede pasar cuando el hombre abusa de los adelantos tecnológicos. El hombre cada día está más obsesionado con la estética, la juventud y la apariencia física, pagan y se sacrifican por ocultar sus defectos físicos y envejecimiento.

Nos advierte del peligro de abandonar la filantropía por la tecnología, a juzgar por el abuso del Internet y la adicción de relacionarse mejor a través del web que en persona.

La película tuvo un presupuesto $80 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $120 millones, más $11 millones por la venta del DVD.