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Voto de Reaccionario:
4
Western. Bélico George Custer (Errol Flynn) llega a la Academia de West Point lleno de arrogancia y vanidad. Aunque su carácter indisciplinado le ocasionará numerosos problemas con sus superiores, debido a la acuciante necesidad de oficiales para la Guerra de Secesión (1861-1865), es enviado al frente. Terminada la guerra, se casa con Beth (Olivia de Havilland), pero pronto le asignan un nuevo destino: la guerra contra los indios. Al frente del Séptimo ... [+]
2 de enero de 2014
5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eso de querer los norteamericanos hacer un panegírico de un gran hombre autóctono es casi una contradicción, por lo menos si nos ceñimos al terreno político-militar. Desde Washington, tipo criminal e hipócrita, hasta Obama, que no me cae mal ni es mucho menos siniestro pero sobre el que la propaganda ha sido tan grande y las ilusiones tan infantiles que por ahí ha acabado siendo una desilusión, Estados Unidos, como buena democracia que es, ha carecido de figuras de relieve dignas de ejemplo. Claro que pensarán que para qué hace falta si se puede recurrir a la mentira masiva como en esta supuesta biografía del general Custer. En concreto prescinden de episodios como su matrimonio e hijos con una india cuando él estaba ya casado, la matanza de cheyennes en Washita, que fue él mismo el que anunció el descubrimiento de oro en las Black Hills o la propia batalla de Little Big Horn, completamente adulterada.

Como película, "Murieron con las botas puestas" no es ni buena ni mala. Dividida en dos partes sobre la vida de Custer (Errol Flynn), centrada la primera en la guerra civil y la segunda en las campañas indias, no es que tenga mucha unidad, ni consistencia. Para ser sinceros, sólo cobra interés con las apariciones, en la parte final ya declinantes, de una Olivia de Havilland puede que más bella que nunca, quizás por esos trajes y peinados de ensueño, en el papel de su mujer Elizabeth. Con ella se crece la comedia romántica aunque sea por unos minutos, porque no es la trama principal. Por cierto, que vaya personaje el suyo, complaciente al máximo, en realidad, arrastrada, con el que representa el éxito americano. El resto del metraje se lo reparte un héroe algo fatuo y afortunado pero que no desagrada, con unas aventuras rodadas con poca garra pero sí afectación. Se deja ver pero si uno piensa en el engaño, hay que catearla.
Reaccionario
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