Vampiros y hombres lobo pero a saco. La trama de "Underworld: evolution" engarza de inmediato con la original del 2003 lo cual puede causar problemas al espectador falto de memoria. Para solucionarlo van introduciendo recuerdos que aclaran algo aunque para evitar perderse, en medio de tanta pelea, aconsejo empaparse bien de esta historia antes de sentarse frente al televisor. La peli es entretenidilla aunque el argumento me parece muy limitado. Lo de menos en este chute de acción, que especialmente me ha recordado a la saga "Resident Evil", es que hacen lo que quieren con estos monstruos, es decir, apenas respetan el bagaje cultural que les da aliento.

De Kate Beckinsale, que es la estrella de la función, voy a decir dos cosas. La primera, que para tener en la actualidad más de cuarenta años está estupenda, pero que para guapa, guapa, de jovencita. Por ejemplo, en "Mucho ruido y pocas nueces" (1993). De todos modos, la verdad es que aquí luce lo justo y no sólo porque el 90 % de la película transcurre en la oscuridad. Y la segunda, que es evidente que este look no es tan bueno como el de "Val Helsing" (2004), pues el conjunto de pelo largo, chaquetilla entallada, corsé y botas altas mosqueteras con taconazo supera con creces al de "Underworld". La próxima cita, con "Underworld 4" (2012) o Awakening.