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España España · Barcelona
Voto de Sémele:
9
Drama. Intriga. Thriller Jeanne y Simon Marwan son dos gemelos que viven en Canadá cuya madre Nawal, tras pasar sus últimos días sin hablar, acaba de fallecer. En el acto de apertura del testamento, el notario les da dos cartas que deben ser entregadas a un padre al que creían muerto y a un hermano cuya existencia desconocían. Jeanne decide entonces emprender un viaje al Líbano para intentar localizarlos y encontrar respuestas a su existencia, pero Simon no ... [+]
5 de marzo de 2012
15 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
'Incendies' recuerda a las grandes tragedias griegas escritas por Sófocles. Es más, podría pasar por una revisión de 'Edipo Rey' mientras va contando la historia de dos hermanos gemelos, Simon y Jeanne, que deben afrontar el pasado de su madre, recientemente fallecida, una cristiana que huyó del Líbano y halló una vida más tranquila, al menos en apariencia, en Cánada.

Con un ritmo pausado pero firme, 'Incendies' es un drama en estado puro, profundo y desgarrador que trata de escarbar en el pasado remoto de una mujer cualquiera, Namal Marwan, cuya vida dio un vuelco cuando siendo tan sólo una adolescente se quedó embarazada de un refugiado palestino, y su familia, tras repudiarla, la obligó a dejar a su hijo en un orfanato, con la promesa de que un día iría a buscarlo.

La cinta está estructurada en capítulos y a la vez en 'flashbacks' que siguen, por un lado, la vida de Namal que, tras dar a luz a su hijo, se marcha a estudiar a Daresh (un lugar ficticio) justo antes de que estalle la guerra civil y, por otro lado, en el presente, tras el fallecimiento de Namal, como sus dos hijos, los gemelos Simon y Jeanne, tratan de entender la extraña petición de su madre: viajar al Líbano, buscar al hermano del que no sospechaban ni su existencia y a su padre, al que creían muerto, y entregarles a cada uno una carta de su parte.

El interés de 'Incendies' va creciendo a medida que los hijos, primero, Jeanne y, luego, Simon, el más escéptico de los dos hermanos, van indagando en ese laberinto que ha construido su madre en pro de que ellos puedan entender la tragedia que se gestó en su país, a la par con el conflicto bélico que los azotó por fuera y por dentro, y, al mismo tiempo, para que puedan conocer la procedencia de su madre y la suya propia y el drama personal en el que ha vivido inmersa tantos años y para que comprendan de una vez el porqué de su petición.

Raramente se puede encontrar una película tan intensa que se vea con tanto estremecimiento, sobre todo, cuando se ponen todas las cartas sobre la mesa y la verdad aparece como un mazazo que no sólo cae con todo su peso sobre unos hijos obligados a ver lo que ni siquiera podrían llegar a sospechar, sino también sobre un espectador que ha pasado la mayor parte de la película con la boca abierta de estupor por una historia que tiene entre sus virtudes caminar por el fino hilo que separa los culebrones de las mejores tragedias griegas. Y llegar hasta el final y hasta sus últimas consecuencias.

Sin duda, una grandísima película a reivindicar. Una obra mayúscula.
Sémele
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