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Voto de nino:
7
28 de julio de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ocasiones hay películas que son totalmente infravaloradas e ignoradas desde el momento mismo de su estreno, quedando completamente relegadas al olvido como si de una maldición se tratase, cuando un servidor no logra encontrar ningún motivo de peso, sobretodo comparándolas con otras que considero mucho más mediocres, y que sin embargo todo el mundo recuerda y siempre funcionan a la hora de ser emitidas por TV.
Esta cinta es el ejemplo perfecto.., ni sabía de su existencia hasta que la ví de pura casualidad hace escasamente un mes a horas intempestivas cuando ya me disponía a encontrarme con Morfeo, pero la propuesta me pareció tan interesante y me sedujo de tal manera que logré vencerlo, para acabar disfrutando de algo muy diferente a lo que últimamente estamos acostumbrados a ver, (se nota que es de los 90).También pudo influir mi predisposición hacia su temática ya que de joven hice mis pinitos en el apasionante mundo del dibujo y la pintura, si bien el film no se limita a darnos una lección sobre los clásicos y aburrirnos soberanamente con terminología que solo entienden los eruditos, sino que partiendo de una base técnica (pero sin recrearse en ella), nos ofrece un producto ameno, entretenido y original. De ritmo ágil,con una trama absorbente y bien desarrollada, aunque algunos puedan tildarla de poco creíble, sobretodo en su resolución. Cosas más raras se han visto pues nunca fue más cierto aquello de "la realidad siempre supera a la ficción". Tiene trampas,no lo negaré, pero se le perdonan.
El film además goza de muchos más ingredientes que lo hacen atractivo como son una brillante música, buena fotografía y color (a destacar algunos planos como cuando el protagonista pinta el cuadro), un correcto montaje, un guión bastante notable, e interpretaciones convincentes a cargo de los dos protagonistas, además de contar con la efímera presencia de Ian Holm, y en especial del gran Rod Steiger como padre del protagonista cuya influencia acabará siendo indirectamente crucial en el desenlace final (y no desvelo más hasta el spoiler).
Asimismo somos testigos de todo el proceso de falsificación de un cuadro, en este caso nada más y nada menos que un Rembrandt, cosa que aunque muy probablemente poco pueda tener de cierto, tampoco hay que subestimar pues a veces es asombroso el grado de credibilidad que logran alcanzar en algunos films (véase Vivir y morir en L.A. con la falsificación de dólares).
Para aquellos no que no la hayan visto ni leído la ficha la resumo brevemente: Un engreído falsificador de cuadros un día acepta un arriesgado encargo contraviniendo sus propias reglas: falsificar un Rembrandt supuestamente extraviado. Si le sale bien la jugada se convertirá en millonario...
La película comienza con un tono pausado,presentando convenientemente a los personajes, hasta que acercándose al ecuador da un brusco giro y se convierte en una especie de thriller a lo Hitchcock que mantiene la intriga hasta el último momento.
Durante el metraje se nos muestra como también se puede desprender arte de una falsificación cuando el protagonista además se revela como un excelente pintor, que sin embargo tiene bien clara su filosofía: ¿para qué voy a esforzarme en demostrar mi talento si muchos de los grandes artistas murieron pobres, hambrientos y depresivos, y no fueron reconocidos hasta muchos años después? ,mejor me dedico a hacerme pasar por los muertos...
Y es que salvo contadas excepciones, el marketing es tanto o más importante que la obra en si misma, y si indagamos un poco por ahí (hoy con internet es mucho más fácil),nos daremos cuenta de que el mundo está lleno de grandes genios que nunca serán descubiertos; Y para acabar de confirmar esta lapidaria premisa, que mejor prueba tenemos que esta misma película, que no será un obra maestra,pero que sin duda no se merece el ostracismo al cual parece haber sido condenada.
Como dato negativo señalaría los estereotipos y prejuicios con respecto a España que una vez más quedan patentes en este film, así como el desconocimiento general sobre nuestra cultura, que tan pronto te plantan los San Fermines en Sevilla (Noche y día), como las fallas (Misión imposible 2); o bien confunden un mexicano con un español, lo cual evidencia una evidente falta de respeto e indiferencia hacia nuestro país al que siguen considerando algo atrasado donde venir a desfasarse y pasarlo en grande con el turismo de borrachera, la fiesta loca, el sol, los toros, el flamenco y poco más, (¿tendrá algo que ver esto con el incumplimiento de algunas extradiciones...?).
El resto de apuntes negativos los dejo inevitablemente para el spoiler, y además prefiero quedarme con lo positivo de esta película que en mi humilde opinión supera la media y creo que merece la pena echarle un vistazo, y ya de paso quizás aprendamos algo de arte, y de como la percepción tremendamente subjetiva del ser humano unida a toda una serie de factores fortuitos (época, lugar, cultura, sociedad, influencias, etc. ) pueden convertir a alguien en un miserable o un Dios de la noche a la mañana independientemente de su talento como artista.
Esta cinta es el ejemplo perfecto.., ni sabía de su existencia hasta que la ví de pura casualidad hace escasamente un mes a horas intempestivas cuando ya me disponía a encontrarme con Morfeo, pero la propuesta me pareció tan interesante y me sedujo de tal manera que logré vencerlo, para acabar disfrutando de algo muy diferente a lo que últimamente estamos acostumbrados a ver, (se nota que es de los 90).También pudo influir mi predisposición hacia su temática ya que de joven hice mis pinitos en el apasionante mundo del dibujo y la pintura, si bien el film no se limita a darnos una lección sobre los clásicos y aburrirnos soberanamente con terminología que solo entienden los eruditos, sino que partiendo de una base técnica (pero sin recrearse en ella), nos ofrece un producto ameno, entretenido y original. De ritmo ágil,con una trama absorbente y bien desarrollada, aunque algunos puedan tildarla de poco creíble, sobretodo en su resolución. Cosas más raras se han visto pues nunca fue más cierto aquello de "la realidad siempre supera a la ficción". Tiene trampas,no lo negaré, pero se le perdonan.
El film además goza de muchos más ingredientes que lo hacen atractivo como son una brillante música, buena fotografía y color (a destacar algunos planos como cuando el protagonista pinta el cuadro), un correcto montaje, un guión bastante notable, e interpretaciones convincentes a cargo de los dos protagonistas, además de contar con la efímera presencia de Ian Holm, y en especial del gran Rod Steiger como padre del protagonista cuya influencia acabará siendo indirectamente crucial en el desenlace final (y no desvelo más hasta el spoiler).
Asimismo somos testigos de todo el proceso de falsificación de un cuadro, en este caso nada más y nada menos que un Rembrandt, cosa que aunque muy probablemente poco pueda tener de cierto, tampoco hay que subestimar pues a veces es asombroso el grado de credibilidad que logran alcanzar en algunos films (véase Vivir y morir en L.A. con la falsificación de dólares).
Para aquellos no que no la hayan visto ni leído la ficha la resumo brevemente: Un engreído falsificador de cuadros un día acepta un arriesgado encargo contraviniendo sus propias reglas: falsificar un Rembrandt supuestamente extraviado. Si le sale bien la jugada se convertirá en millonario...
La película comienza con un tono pausado,presentando convenientemente a los personajes, hasta que acercándose al ecuador da un brusco giro y se convierte en una especie de thriller a lo Hitchcock que mantiene la intriga hasta el último momento.
Durante el metraje se nos muestra como también se puede desprender arte de una falsificación cuando el protagonista además se revela como un excelente pintor, que sin embargo tiene bien clara su filosofía: ¿para qué voy a esforzarme en demostrar mi talento si muchos de los grandes artistas murieron pobres, hambrientos y depresivos, y no fueron reconocidos hasta muchos años después? ,mejor me dedico a hacerme pasar por los muertos...
Y es que salvo contadas excepciones, el marketing es tanto o más importante que la obra en si misma, y si indagamos un poco por ahí (hoy con internet es mucho más fácil),nos daremos cuenta de que el mundo está lleno de grandes genios que nunca serán descubiertos; Y para acabar de confirmar esta lapidaria premisa, que mejor prueba tenemos que esta misma película, que no será un obra maestra,pero que sin duda no se merece el ostracismo al cual parece haber sido condenada.
Como dato negativo señalaría los estereotipos y prejuicios con respecto a España que una vez más quedan patentes en este film, así como el desconocimiento general sobre nuestra cultura, que tan pronto te plantan los San Fermines en Sevilla (Noche y día), como las fallas (Misión imposible 2); o bien confunden un mexicano con un español, lo cual evidencia una evidente falta de respeto e indiferencia hacia nuestro país al que siguen considerando algo atrasado donde venir a desfasarse y pasarlo en grande con el turismo de borrachera, la fiesta loca, el sol, los toros, el flamenco y poco más, (¿tendrá algo que ver esto con el incumplimiento de algunas extradiciones...?).
El resto de apuntes negativos los dejo inevitablemente para el spoiler, y además prefiero quedarme con lo positivo de esta película que en mi humilde opinión supera la media y creo que merece la pena echarle un vistazo, y ya de paso quizás aprendamos algo de arte, y de como la percepción tremendamente subjetiva del ser humano unida a toda una serie de factores fortuitos (época, lugar, cultura, sociedad, influencias, etc. ) pueden convertir a alguien en un miserable o un Dios de la noche a la mañana independientemente de su talento como artista.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Hay algunas partes de la película que no resultan demasiado creíbles como cuando le arrebata el arma al marchante tal cual fuese James Bond, o más tarde en el juicio donde se salva por la declaración exculpatoria de un tercero que no se había atrevido a soltar prenda por miedo a las represalias. Ambas escenas me parecen un tanto forzadas.
Tampoco me trago que en poco más de un minuto se baje del coche y se curre un dibujo partiendo del boceto de otro para atribuírselo a no sé qué artista y así sacarse unas perras. Pero bueno, estamos hablando de una película; no un documental, y ya se sabe que todo esto añade espectacularidad y dramatismo a la historia, y no hay porque buscarle más, lo cual me llevaría al discutido final que no entraré a valorar sino a confirmar lo que manifesté anteriormente, pues 5 días atrás,sin ir más lejos, escuché una noticia en TV sobre decisiones judiciales aún más rocambolesca. Sólo decir que a mi me satisfizo.
Y finalizaré esta crítica con uno de los mejores momentos del film que es cuando al protagonista le toca volver a pintar el cuadro en el juicio con el fin de demostrar su inocencia por un lado; y culpabilidad por otro, para tratar de librarse del cargo de asesinato. Y todo va viento en popa hasta que se impone la mirada inquisidora del padre recientemente fallecido que parece observarlo desde el más allá a través de los ojos que él mismo tomó como modelo, ya que nunca aprobó que desperdiciase su talento falsificando obras de otros.
Estos remordimientos provocarán un efecto boomerang ya que al evitar quedar como un falsificador, el cuadro acabará pasando por verdadero, pero paradójicamente es la única pintura que realmente ha sido creada por él, aunque sea basada en el estilo de otro.
Así que volvemos al punto de partida:gran parte de los genios acaban en el anonimato, y si algún día son descubiertos,entonces ya poco les importa porque están criando malvas... O excepcionalmente pueden darse casos aún más curiosos como el de Sixto Rodriguez,del cual como si de la providencia se tratase me enteré dos días atrás mientras escribía el boceto de esta crítica. Afortunadamente para el protagonista de esta aceptable película, al menos siempre le quedará el premio de consolación: una compensación económica nada desdeñable...
Tampoco me trago que en poco más de un minuto se baje del coche y se curre un dibujo partiendo del boceto de otro para atribuírselo a no sé qué artista y así sacarse unas perras. Pero bueno, estamos hablando de una película; no un documental, y ya se sabe que todo esto añade espectacularidad y dramatismo a la historia, y no hay porque buscarle más, lo cual me llevaría al discutido final que no entraré a valorar sino a confirmar lo que manifesté anteriormente, pues 5 días atrás,sin ir más lejos, escuché una noticia en TV sobre decisiones judiciales aún más rocambolesca. Sólo decir que a mi me satisfizo.
Y finalizaré esta crítica con uno de los mejores momentos del film que es cuando al protagonista le toca volver a pintar el cuadro en el juicio con el fin de demostrar su inocencia por un lado; y culpabilidad por otro, para tratar de librarse del cargo de asesinato. Y todo va viento en popa hasta que se impone la mirada inquisidora del padre recientemente fallecido que parece observarlo desde el más allá a través de los ojos que él mismo tomó como modelo, ya que nunca aprobó que desperdiciase su talento falsificando obras de otros.
Estos remordimientos provocarán un efecto boomerang ya que al evitar quedar como un falsificador, el cuadro acabará pasando por verdadero, pero paradójicamente es la única pintura que realmente ha sido creada por él, aunque sea basada en el estilo de otro.
Así que volvemos al punto de partida:gran parte de los genios acaban en el anonimato, y si algún día son descubiertos,entonces ya poco les importa porque están criando malvas... O excepcionalmente pueden darse casos aún más curiosos como el de Sixto Rodriguez,del cual como si de la providencia se tratase me enteré dos días atrás mientras escribía el boceto de esta crítica. Afortunadamente para el protagonista de esta aceptable película, al menos siempre le quedará el premio de consolación: una compensación económica nada desdeñable...