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Voto de Fly:
5
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7.0
34,607
Serie de TV. Thriller. Intriga
Serie de TV (2021-). 9 episodios. Cientos de jugadores con problemas económicos aceptan una extraña invitación para competir en juegos infantiles. Dentro les esperan un premio tentador y desafíos letales.
15 de noviembre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay dudas que Squid Game es un producto de alto presupuesto que logró colarse inmediatamente en el hype colectivo de Netflix, plataforma de alto alcance mundial, generando críticas que dividen las aguas, mucha polémica y un inesperado nivel de espectadores en pocas semanas.
Es una serie polémica por su alto contenido gore, sangre y violencia desmedida (apto para muy pocos) en un thriller psicológico que te mantiene enganchado como adicción al café durante una gran parte de su visionado, con ansias de entender el destino que les depara a sus protagonistas y sus reacciones frente al "mal" en que están sumergidos.
A modo de sinópsis, Squid Game no deja de ser un refrito de Battle Royale o Los Juegos del Hambre (Hunger Games), donde los protagonistas se ven enfrentados a participar en un juego perverso donde los triunfadores se llevarán millones de dólares a su casa y los perdedores pagarán su derrota ejecutados a muerte.
Así de impactante suena, pero destilando el producto nos debemos sumergir en entender qué nos queda a cambio de invertir más de 8 horas de visionado en una mini serie de 9 capítulos que pretende llevarse nuestra atención y nuestro tiempo.
1) Calidad de producción:
Cada detalle visual está cautelosamente cuidado y pocos elementos quedan librados al azar. Hay una buena fotografía, un buen diseño de indumentaria y una elegante estética del universo que conforma la isla donde juegan nuestros desventurados personajes. Los juegos en sí tienen un diseño llamativo y casi único.
La banda sonora está bien empleada y logra hipnotizar lo suficiente para mantener la tensión en los momentos adecuados.
En lo personal, puse todas mis fichas en la serie cuando estos elementos se hicieron presentes, y son, sin duda, el gancho principal de Squid Game.
2) Actuaciones:
Nada que reprochar. Actuaciones muy destacables, sobre todo del protagonista principal (que hace lo imposible por hacerte creer lo que estás viendo, aunque el guión no ayude del todo) y del "Jugador Nº1", el más veterano de los participantes.
3) El guión:
Acá es donde el terreno se vuelve pantanoso y al final del partido nos quedamos reflexionando si lo que vimos valió la pena o si era mejor ver Master Chef.
Se podrá catalogar a Squid Game como mero entretenimiento, o como una crítica al salvaje capitalismo de Corea del Sur, o quizás como un producto que empieza siendo una cosa y va improvisando sobre la marcha acorde a la especulación de sus productores.
Squid Game comienza siendo un sádico juego donde sus participantes son llevados a la ejecución inexplicable, prácticamente engañados por condiciones que firmaron (que no figuran en ninguna letra chica) pero cuyos sobrevivientes son perdonados por las cláusulas de este mismo reglamento inconsistente a lo largo de los 9 capítulos.
Esta inconsistencia es la primera de una falta de coherencia general en toda la serie, que busca forsadamente que reflexionemos sobre las miserias del ser humano bajo condiciones extremas, del mal que despierta el dinero en las personas, de los falsos valores que pregona la democracia, de las desigualdades sociales, de la perversidad de los millonarios, etc.
Para evitar spoilers, continúo en esa sección.
Es una serie polémica por su alto contenido gore, sangre y violencia desmedida (apto para muy pocos) en un thriller psicológico que te mantiene enganchado como adicción al café durante una gran parte de su visionado, con ansias de entender el destino que les depara a sus protagonistas y sus reacciones frente al "mal" en que están sumergidos.
A modo de sinópsis, Squid Game no deja de ser un refrito de Battle Royale o Los Juegos del Hambre (Hunger Games), donde los protagonistas se ven enfrentados a participar en un juego perverso donde los triunfadores se llevarán millones de dólares a su casa y los perdedores pagarán su derrota ejecutados a muerte.
Así de impactante suena, pero destilando el producto nos debemos sumergir en entender qué nos queda a cambio de invertir más de 8 horas de visionado en una mini serie de 9 capítulos que pretende llevarse nuestra atención y nuestro tiempo.
1) Calidad de producción:
Cada detalle visual está cautelosamente cuidado y pocos elementos quedan librados al azar. Hay una buena fotografía, un buen diseño de indumentaria y una elegante estética del universo que conforma la isla donde juegan nuestros desventurados personajes. Los juegos en sí tienen un diseño llamativo y casi único.
La banda sonora está bien empleada y logra hipnotizar lo suficiente para mantener la tensión en los momentos adecuados.
En lo personal, puse todas mis fichas en la serie cuando estos elementos se hicieron presentes, y son, sin duda, el gancho principal de Squid Game.
2) Actuaciones:
Nada que reprochar. Actuaciones muy destacables, sobre todo del protagonista principal (que hace lo imposible por hacerte creer lo que estás viendo, aunque el guión no ayude del todo) y del "Jugador Nº1", el más veterano de los participantes.
3) El guión:
Acá es donde el terreno se vuelve pantanoso y al final del partido nos quedamos reflexionando si lo que vimos valió la pena o si era mejor ver Master Chef.
Se podrá catalogar a Squid Game como mero entretenimiento, o como una crítica al salvaje capitalismo de Corea del Sur, o quizás como un producto que empieza siendo una cosa y va improvisando sobre la marcha acorde a la especulación de sus productores.
Squid Game comienza siendo un sádico juego donde sus participantes son llevados a la ejecución inexplicable, prácticamente engañados por condiciones que firmaron (que no figuran en ninguna letra chica) pero cuyos sobrevivientes son perdonados por las cláusulas de este mismo reglamento inconsistente a lo largo de los 9 capítulos.
Esta inconsistencia es la primera de una falta de coherencia general en toda la serie, que busca forsadamente que reflexionemos sobre las miserias del ser humano bajo condiciones extremas, del mal que despierta el dinero en las personas, de los falsos valores que pregona la democracia, de las desigualdades sociales, de la perversidad de los millonarios, etc.
Para evitar spoilers, continúo en esa sección.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Las reglas del juego comienzan siendo tres, las únicas que firman los jugadores, pero sólo se enteran que los perdedores serán ejecutados cuando comienza el primer juego. Esto termina siendo muy desigual para los que vuelven sabiendo que van al muere. Y acá es donde se da el primer giro importante en este universo inconsistente, donde el 2do juego ya no tiene el mismo impacto que el 1ero y donde el espectador ya no puede juzgar a los juegos de la misma forma.
Más tarde nos enteramos que un jugador puede matar a otro, que no hay ningún problema con eso, pero en otro momento eso no está permitido. También se puede sobrevivir si nadie te ha elegido en tu equipo. Pero te pueden matar si alguien te da algún tipo de ventaja (como le han dado al médico). En fin, no deja de ser un embuste constante contra los jugadores (y el espectador) cuyas reglas pierden sentido en cada juego.
Así es como el armado de un universo ficticio, tan interesante e inquietante al principio, pierde solidez hasta desmoronarse al final, donde "El Juego del Calamar" no lo entiende ni su propio sponsor (y por eso nos lo deben explicar en pantalla) y termina siendo un simple duelo a muerte con cuchillos.
Así también defrauda la idea de que podría haber más de un ganador y que todo queda arreglado para que haya un sólo afortunado.
Por otro lado, tenemos historias paralelas que ayudan a entender mejor este universo pero que concluyen de manera abrupta, generando más confusiones que resoluciones.
Tenemos a un agente de la policía que busca a su hermano desaparecido y arriesga su vida haciéndose pasar por uno de los soldados del juego.
Estos soldados son una de las grandes incógnitas de la serie y nunca queda claro si son simples sicarios entrenados para obedecer órdenes o si son esclavos. Corren el riesgo de morir si en algún momento los ven sin sus máscaras, dejando entrever que podrían ser personas privadas de su libertad, pero, al ser mayoría en la isla, podrían revelarse y amotinarse, por lo cual más seguramente están allí por voluntad propia. A su vez se dedican a traficar órganos a escondidas de su líder, líder que a su vez revela que no tenía problemas con eso.
En fin, un sinsentido de coherencia argumental que me hace plantear si alguna vez revisaron el libro antes de darle forma a la serie.
Volviendo al policía, descubre que, ¡oh qué sorpresa!, su hermano era el líder. ¿Por qué le dispara? ¿Deberíamos preguntarnos tantas cosas? Quizás estas dudas sean respondidas en una segunda temporada. Espero que no, porque a esta altura no sólo mataron a un personaje clave, sino que mataron todo interés que podría haber generado una charla entre ambos hermanos, Darth Vader queriendo intimar a Luke que se sume al lado oscuro, pero no, eliminaron esa chance.
Pero si hay algo que no ha servido para nada fue explicar la intensión oculta del "número 1". ¿En qué aporta a la trama? Y es que el "número 1" fue de los mejores personajes y no necesitaba una vuelta de tuerca a lo acontecido en el capítulo 6, a mi criterio, el mejor logrado de toda la serie.
En conclusión, Squid Game podría ser un simple producto para entretener, pero insiste reiteradas veces en hacerte reflexionar sobre algo que el mismo guión cambia según la conveniencia del momento. ¿Es el capitalismo salvaje malo? ¿Hay gente que vendería a su madre con tal de salvarse? ¿Hay gente que jamás doblegaría sus valores incluso ante situaciones límites?
Así han logrado que analicemos de más una serie inconsistente, virtuosa en lo audiovisual pero hueca en lo argumental, cuya moraleja ya la presenciamos en más de una ocasión.
Más tarde nos enteramos que un jugador puede matar a otro, que no hay ningún problema con eso, pero en otro momento eso no está permitido. También se puede sobrevivir si nadie te ha elegido en tu equipo. Pero te pueden matar si alguien te da algún tipo de ventaja (como le han dado al médico). En fin, no deja de ser un embuste constante contra los jugadores (y el espectador) cuyas reglas pierden sentido en cada juego.
Así es como el armado de un universo ficticio, tan interesante e inquietante al principio, pierde solidez hasta desmoronarse al final, donde "El Juego del Calamar" no lo entiende ni su propio sponsor (y por eso nos lo deben explicar en pantalla) y termina siendo un simple duelo a muerte con cuchillos.
Así también defrauda la idea de que podría haber más de un ganador y que todo queda arreglado para que haya un sólo afortunado.
Por otro lado, tenemos historias paralelas que ayudan a entender mejor este universo pero que concluyen de manera abrupta, generando más confusiones que resoluciones.
Tenemos a un agente de la policía que busca a su hermano desaparecido y arriesga su vida haciéndose pasar por uno de los soldados del juego.
Estos soldados son una de las grandes incógnitas de la serie y nunca queda claro si son simples sicarios entrenados para obedecer órdenes o si son esclavos. Corren el riesgo de morir si en algún momento los ven sin sus máscaras, dejando entrever que podrían ser personas privadas de su libertad, pero, al ser mayoría en la isla, podrían revelarse y amotinarse, por lo cual más seguramente están allí por voluntad propia. A su vez se dedican a traficar órganos a escondidas de su líder, líder que a su vez revela que no tenía problemas con eso.
En fin, un sinsentido de coherencia argumental que me hace plantear si alguna vez revisaron el libro antes de darle forma a la serie.
Volviendo al policía, descubre que, ¡oh qué sorpresa!, su hermano era el líder. ¿Por qué le dispara? ¿Deberíamos preguntarnos tantas cosas? Quizás estas dudas sean respondidas en una segunda temporada. Espero que no, porque a esta altura no sólo mataron a un personaje clave, sino que mataron todo interés que podría haber generado una charla entre ambos hermanos, Darth Vader queriendo intimar a Luke que se sume al lado oscuro, pero no, eliminaron esa chance.
Pero si hay algo que no ha servido para nada fue explicar la intensión oculta del "número 1". ¿En qué aporta a la trama? Y es que el "número 1" fue de los mejores personajes y no necesitaba una vuelta de tuerca a lo acontecido en el capítulo 6, a mi criterio, el mejor logrado de toda la serie.
En conclusión, Squid Game podría ser un simple producto para entretener, pero insiste reiteradas veces en hacerte reflexionar sobre algo que el mismo guión cambia según la conveniencia del momento. ¿Es el capitalismo salvaje malo? ¿Hay gente que vendería a su madre con tal de salvarse? ¿Hay gente que jamás doblegaría sus valores incluso ante situaciones límites?
Así han logrado que analicemos de más una serie inconsistente, virtuosa en lo audiovisual pero hueca en lo argumental, cuya moraleja ya la presenciamos en más de una ocasión.