Imagínense el tío más malo del mundo, pero malo malo malo, haciendo de capitán de unos soldados malos, malos, malos. Pero malo el tío hasta tal punto que Robert de Niro en el Cabo del Miedo es un querubín y Golum una adorable mascota.
Imagínense a unos maquis más buenos que el pan, con caritas angelicales, que solo les falta cantar el estribillo de operación triunfo, tipos geniales donde los haya, fenomenales personas, grandes muchachos, soldados ¡No! ¡Estos chicos son unos santos!
Imagínense a los personajes de Barrio Sésamo haciendo de seres terroríficos dentro de un laberinto (esta peli me suena) cutres a más no poder y diciendo constantemente tonterías a una niña que puede ser que esté tronada.
Imagínense a casi una monja de clausura haciendo de criada del malo, al médico que inventó la eutanasia, a los soldados más torpes del mundo que para romper un candado necesitan la llave, al oficial más tonto, que en un bosque lleno de maquis se pone a perseguir a una criada sin tomar ninguna precaución, dos reyes angelicales, ella española y casada con un argentino que le saca mil años, haditas voladoras ¡Qué cielitos!
Imagínense que lo meten en la posguerra Civil Española, y que el guión es de Santiago Carrillo o Lenin, que le metes grandes dosis de violencia gratuita que no viene a cuento. Diálogos que te dejan boquiabierto ¿Pero este que dice?
Imagínense que todo esto lo meten en la coctelera le dan dos vueltas y ¡zas! Película tonta a la vista.
No entiendo nada, de nada, ¿Qué esta película es buena?, solo faltan Cruela de Vil, Torrente y los pitufos y ya hubiesen estado todos.
No tiene mala fotografía.
Película tontísima.