Entretenida película de esta pareja que a mi siempre me hacen pasar un rato agradable y divertido. No hay tanta actuación musical como en otras pero la trama hace que se pase volando el tiempo lo cual siempre es una muy buena señal.

Ginger Rogers está espectacularmente guapa. Fue la octava película que rodaron juntos esta mítica, alegre y profesional pareja de baile formada por Fred Astaire y Ginger Rogers, que llegaron a coincidir en un total de diez filmes. Dirigía, como tantas otras veces Mark Sandrich (Sombrero de copa, Ritmo loco), y como es habitual se mezcla el amor, el baile y los enredos más o menos divertidos. Stephen (Ralph Bellamy) le pide a su amigo Tony (Fred Astaire), psiquiatra, que convenza a su novia Amanda (Ginger Rogers) para que se case con él y a partir de ahí se producen secuencias muy enredadas pero divertidas.

Por supuesto las cosas se complicarán más de la cuenta pero el final es para no perdérselo. Las canciones son obra de Irving Berlin y destaca la titulada "I Used To Be Color Blind". Un 6,5.