Me parece una joya de la animación española. Una película que atrapa por su historia, una estética visual mágica, una música inolvidable e innumerables guiños a otras películas y personajes famosos. Uno se olvida de que está viendo un dibujo para sumergirse en un delicioso mundo imaginario lleno de referencias bien documentadas de la época de esplendor en la Habana. Increíble el trabajo de precisión que han hecho uniendo los criterios de Trueba y Mariscal, a quien yo no tenía en demasiado estima por lo que conocía de su trabajo. Pero me ha atrapado su descripción "de tebeo" de una ciudad (y también de Nueva York) con una iluminación casi onírica y unas imágenes bellísimas donde es casi indescriptible narrar cómo cobran vida unos dibujos para convertirse ante nuestros ojos en seres de carne y hueso, capaces de provocar en nosotros distintas emociones a lo largo de la hora y media que dura la película. En fin: amena, original, técnicamente impecable, gratísima música... un regalo para un cinéfilo.