En una especie de guiño-homenaje a la película 'La noche de los muertos vivientes' de 1968 dirigida por George A. Romero, Dan O'Bannon (guionista de 'Alien, el octavo pasajero') realizó su debut como realizador de largometrajes basándose en parte en la cinta del también desaparecido realizador de eternas gafas de cristales de gran tamaño para moldear el argumento de su debut en el que puede parecer una patochada vista por encima, pero vista a más profundidad estamos hablando de otra cosa.

Sí, es verdad que aparentemente no es una cinta dramática sobre como sobrevivir en un apocalipsis zombi (si bien tiene alguna crítica a la presidencia de Ronald Reagan, según tengo entendido), sí que hay un respeto evidente por el material que forma O'Bannon con su libreto en el que hay cabida para comedia y drama a partes iguales con unos personajes variopintos y uniones a la fuerza; aunque en apariencia no tengan muchos puntos en común.

Dichos zombis son sorprendentes positivamente ya que son realmente amenazantes y tienen alguna característica más que hace a la cinta tenerla en cuenta además de los elementos de terror y comedia que impregnan la historia desde el minuto 1 hasta el último protagonizados por algunos personajes más inolvidables por otros, destacando sobre todo a Trash (Linnea Quigley) por motivos que cualquiera que haya visto antes el filme se los imagina y, además, porque parece ser el personaje con más personalidad de todos.

Cuatro secuelas surgieron a raíz de esta película. La semilla dejada por esta es realmente fértil; por otro lado, las demás entregas no tienen una pinta tan prometedora. Ya veremos si con un visionado satisfactorio (es decir, no suspenderla) de la segunda parte da pie para continuar.