A veces me apetece ver una buena película de terror. Y con una buena película de terror me refiero a cintas clásicas como: ‘’El resplandor’’, ‘’Los otros’’, ‘’El gabinete del doctor Caligari’’ y ‘’Psicosis’’ o incluso las recientes ‘’Hereditary’’ y ‘’La bruja’’.


Sin embargo, el cine de terror es un género realmente explotado en el mundo cinematográfico, lo que conlleva la aparición de gran cantidad de bodrios que de peor o mejor manera intenta sobresalir dentro del panorama, fallando en su cometido principal y quedándose atascados en mitad de la nada.


Este es el caso de esta cinta del 2012 dirigida por Scott Derrickson. Para empezar, el argumento es sumamente predecible. No encontramos ningún misterio oculto o nada que nos sobresalte, porque desde el principio todo se ve venir. Las casi dos horas de duración se hacen demasiado lentas y aburridas en algunos tramos. Se da tantas vueltas al tema de las cintas VHS y de los espíritus malignos que, en vez de despertar tu interés, toda la trama se convierte en algo muy repetitivo. El desenlace de la historia da vergüenza ajena y el papel de Ethan Hawke es odioso. Me ha dolido mucho verlo participar en un esperpento como este con la carrera que tiene a sus espaldas y he de reconocer que su aparición en la cinta (siendo lo buen actor que es) fue uno de los motivos que me impulsaron a verla. ‘’Sinister’’ tampoco provoca miedo, sorpresa o terror en el espectador, los sustos son muy flojos y los momentos de tensión parecen difuminarse antes de que lleguen. Tener a un ‘’enemigo invisible’’ al que no sabes bien como hacer frente es una idea a la que se le podría haber sacado mucho partido, pero aquí eso no ocurre, más bien se convierte en uno de los motivos que impiden que la cinta salga adelante con un resultado sobresaliente.


En definitiva, no perdáis el tiempo. El rojo ya era un color de moda para pintar las paredes de casa antes de que esta cinta apareciera. Ni en eso innovan.