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Voto de Bouns:
8

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8
7.3
29,908
Drama. Aventuras. Bélico
Cuando, en diciembre de 1941, el ejército japonés ocupa Shanghai, la privilegiada vida de James Graham, un niño inglés de clase alta, toca a su fin. Es separado de sus padres y confinado en un campo de concentración próximo a un aeropuerto militar chino. En un ambiente dominado por la tristeza y la miseria se verá obligado a madurar prematuramente, y eso condicionará su visión del mundo. (FILMAFFINITY)
17 de noviembre de 2012
17 de noviembre de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Analizándola de forma objetiva, hasta los que odian a Spielberg deberían ser capaces de apreciar esta extraordinaria película. Es quizás la película más infravalorada de Spielberg, y para mi una de sus mejores.
Es cierto que Spielberg usa mucho el recurso de utilizar a niños en sus películas para así sacar un final feliz que puede resultar absurdo según quien. Pero no es el caso de esta película, donde el niño en cuestión es además el mismísimo Christian Bale en su debut. Y vaya debut más espectacular, Bale se saca con 13 años una interpretación magnífica que podría haber sido nominada al Oscar perfectamente (y merecidamente). Bale interpreta primero a ese chico culto de familia adinerada y logra transformar a su personaje con el transcurso de la historia de forma magistral, y cuando la historia llega a su fin, ya no queda nada de él, de ese chico que se nos presenta al principio.
En cuanto a lo que refiere a los aspectos más técnicos, cabe destacar por encima de todo el montaje y la buenísima ambientación de la época. Y como no, con la dirección artística y la bellísima fotografía que juega constantemente con el sol logrando espectaculares contraluces. Por otro lado Williams vuelve a obsequiarnos con un regalo auditivo.
Y seguramente la mejor escena de la película es el momento donde se juntan todos los aspectos mencionados a la vez: cuando Bale se queda junto a la alambrada mirando a los pilotos japoneses en su ceremonia previa al despegue, y empieza a cantar “Suo Gan” se entremezclan la magia auditiva y visual de un altísimo nivel que logran ponerle los pelos de punta incluso a la persona menos sensible.
Spielberg hace además su pequeño homenaje a “Lo que el viento se llevó” mostrando un cartel en chino de la época anunciando la película. Y aprovecha la gran pasión del personaje que interpreta Bale por los aviones de la II Guerra Mundial para hacerle un pequeño homenaje al P51 Mustang, el Cadillac del cielo.
Por último, resulta gracioso ver fugazmente a Ben Stiller de jovencito. Y John Malkovich nos brinda una de sus mejores interpretaciones a mi gusto.
Es cierto que Spielberg usa mucho el recurso de utilizar a niños en sus películas para así sacar un final feliz que puede resultar absurdo según quien. Pero no es el caso de esta película, donde el niño en cuestión es además el mismísimo Christian Bale en su debut. Y vaya debut más espectacular, Bale se saca con 13 años una interpretación magnífica que podría haber sido nominada al Oscar perfectamente (y merecidamente). Bale interpreta primero a ese chico culto de familia adinerada y logra transformar a su personaje con el transcurso de la historia de forma magistral, y cuando la historia llega a su fin, ya no queda nada de él, de ese chico que se nos presenta al principio.
En cuanto a lo que refiere a los aspectos más técnicos, cabe destacar por encima de todo el montaje y la buenísima ambientación de la época. Y como no, con la dirección artística y la bellísima fotografía que juega constantemente con el sol logrando espectaculares contraluces. Por otro lado Williams vuelve a obsequiarnos con un regalo auditivo.
Y seguramente la mejor escena de la película es el momento donde se juntan todos los aspectos mencionados a la vez: cuando Bale se queda junto a la alambrada mirando a los pilotos japoneses en su ceremonia previa al despegue, y empieza a cantar “Suo Gan” se entremezclan la magia auditiva y visual de un altísimo nivel que logran ponerle los pelos de punta incluso a la persona menos sensible.
Spielberg hace además su pequeño homenaje a “Lo que el viento se llevó” mostrando un cartel en chino de la época anunciando la película. Y aprovecha la gran pasión del personaje que interpreta Bale por los aviones de la II Guerra Mundial para hacerle un pequeño homenaje al P51 Mustang, el Cadillac del cielo.
Por último, resulta gracioso ver fugazmente a Ben Stiller de jovencito. Y John Malkovich nos brinda una de sus mejores interpretaciones a mi gusto.