Muchos me considerarán exagerado (y puede que sea cierto), pero Los Simpsons es lo mejor que le pudo pasar a la TV, no se si en toda su historia, pero sin lugar a dudas desde 1988 hasta la actualidad.
Crecí con esta serie, casi me considero parte de esa familia y hasta a veces, sin darme cuenta, me parezco a Homero (y no solo por lo gordo).
Lamentablemente la calidad argumentativa de la serie disminuyó con el paso de las temporadas. Hoy tenemos un producto quizá más divertido y mejor dibujado, pero mucho menos interesante en cuanto a la trama que aquellas tres primeras e inolvidables temporadas. Aunque me cueste decirlo, quizá sea hora de que dejen de producir la serie.