John McTiernan nos trae una de las películas de acción que han marcado la historia del cine. En esta cinta se nos presenta al detective John McLane, un tipo duro y aguerrido poco amante de las normas que se ve envuelto en el secuestro del edificio donde trabaja su mujer. Buenísimas interpretaciones de Bruce Willis en el papel más carismático de su carrera y del siempre fiable Alan Rickman en el comienzo de una saga de las más rentables de la historia del cine. Esta para mí la mejor de todas, exponente del mejor cine de acción de finales de los 80 y principios de los 90 donde la acción se mezclaba con alguna dosis de humor que hacían las delicias del público y que tanto se prodigaron durante un tiempo. ¡Yipi ka yei, hijo de puta!