Casablanca es una película que enamora. Cuenta una historia tan hermosa que resulta fascinante para casi todo el mundo. Tal vez no sea la mejor película de la Historia del Cine pero desde luego sí la más encantadora llevándose los premios más importantes, guión, dirección y película. Es una obra que trasciende más allá de los años y que perdura y perdurará más allá de nuestros días.

La primera vez que la vi tendría diecisiete o dieciocho años y no me convenció, la creí sobrevalorada y desfasada, sin embargo después de muchos años la he vuelto a ver y me ha encandilado. En su momento no supe reconocer esta imperecedera obra maestra, no supe apreciar su calidad, degustar sus brillantes e ingeniosos diálogos plagados de ironía y sarcasmo.

La trama es la de la típica película de espías de la época en la que se rodó en plena Segunda Guerra Mundial, pero la forma de contarla, la profundidad y riqueza de sus personajes y su maravilloso final hacen de ella un film eterno. Está considerada la segunda mejor película de la Historia del Cine por el instituto americano de cinematografía por detrás de Ciudadano Kane.

Se ha hablado y escrito todo lo habido y por haber sobre Casablanca yo sólo diré para terminar que es una obra tan carismática que se disfruta las veces que se quiera sin cansarte nunca de ella. Tiene una historia bien contada y mejor interpretada que reúne varios géneros como son la intriga, la comedia o el drama y que enseguida conectó con el público convirtiéndola en una obra mítica de éxito intergeneracional.