Creo que los diez primeros minutos de esta película han conseguido emocionarme una y otra vez más que ninguna otra. Son increiblemente sentimentales.
Con una simple música de fondo, en muy poco tiempo y con pocas imágenes, dicen mucho más que muchas otras películas en sus ciento y pico minutos.
Aunque considero que el clímax de la calidad de esta película reside en esta parte inicial, a lo largo del resto no decae demasiado y es lo que la permite convertirse en uno de los mejores trabajos de Pixar junto con Toy Story.

¿Quieres aventuras? Las tienes
¿Quieres diversión para niños pequeños? La encuentras
¿Quieres diversión para niños no tan pequeños? Te topas con ella
¿Quieres humor? Dosificado de buena manera
¿Quieres sentimientos? A flor de piel

Siendo una película de este tipo se presupone que no va a acabar mal del todo, pero por suerte no cae dentro del simple tópico del cine estadounidense del discursito sincero y emotivo para aclarar todos los problemas desarrollados en la trama. Va más allá, no se queda en la superficie, sino que se introduce en el corazón de todo aquél que sentado en el sofá, en una silla, en el cine, en el suelo, tumbado en la cama o de cualquier otra postura, se entretiene contemplando los fotogramas de esta película.

Una de las mejores películas del 2009 sin duda alguna.