Nebraska es para mí una de las películas del año, compartiendo su encanto con La vida de Adèle, La gran Belleza o Her.
Se trata de una historia sencilla pero rica en matices. Un retrato de la EEUU rural llevada de forma muy dinámica, con un guión que deambula entre el drama y la comedia negra, que se ríe y se apiada de unos carismáticos personajes cuyos caminos están unidos por la familia. Ríes y sientes con ellos en su periplo hasta llegar a un final conmovedor.
El amor fraternal. Las relaciones del pasado. Lo que pudo ser y lo que no. La pérdida en vida de un padre. Una última voluntad, un último deseo. La búsqueda del sentido de la vida.

Todo esto acompañado de una deliciosa música y una enorme fotografía en blanco y negro. Sin caer en melodramas clásicos. Sacando la cara amable. Una bella sensación me embarga viendo esta película.