Es la realidad hecha película. No puede ser más creíble. Decir semidocumental es decir poco. Nos narra las vicisitudes de unos emigrantes africanos con increíble verismo. Cuando aparecieron los títulos de crédito finales me pareció mentira que fuese un film de ficción. El tratamiento de la luz es impresionante, así como la frescura que aportan los actores no profesionales.
Historia emotiva, hermosa y dura hecha para la reflexión, para que nos demos cuenta del dolor que tienen que pasar millones de personas para alcanzar la libertad, y dejar atrás la más terrible miseria.
Tiene dos defectillos que son: algún momento previsible y una historia de amor forzada.
Jamás una película me ha transmitido tantas emociones. Es imprescindible para entender a estas desgraciadas personas. Es muy importante haber registrado todo el proceso del viaje. Película ejemplar, en definitiva.