Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Sergio Berbel:
8
Serie de TV. Drama. Comedia. Ciencia ficción Miniserie de TV (2023). 4 episodios. Cuando un proyecto para construir mil pisos en Oslo se pone a licitación, la arquitecta Julie tiene una idea: ¿por qué no convertir los aparcamientos subterráneos vacíos en edificios residenciales? Una serie que supone una sátira sobre un futuro demasiado cercano.
29 de julio de 2023
27 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante distopía futurista bastante creíble y no tan lejana, con una visión misántropa y ácida del ser humano muy oportuna y poniendo el dedo en la llaga de las miserias del sistema capitalista que nos está asesinando sin piedad, “The architect” es una miniserie noruega de apenas 4 episodios de 20 minutos de duración cada uno de ellos que sabe mostrar las grietas de un futuro aterrador que ya se avecina con el metraje justo, sin la hipertrofia del cine contemporáneo que tanto cansa con sus metrajes inabarcables.

Y lo hace a través de Julie, su protagonista, espléndidamente interpretada por Eili Harboe (la eterna “Thelma” de Joachim Trier), trabaja como becaria en un estudio de arquitectura, pero su escaso salario no le permite acceder al alquiler de una vivienda y mucho menos a ser propietaria (la vida misma que ya está aquí y no pertenece a ninguna distopía futurista). La máquina que hace las funciones del banco le deniega la hipoteca una y otra vez. Ni tan siquiera se puede estar en la calle sin consumir algo (de nuevo parece real y no futurista). Julie no encuentra otra salida que refugiarse en una plaza de garaje de un parking, dado que los seres humanos ya no usan coches y los parkings permanecen desiertos. Allí habitan muchas más personas apartadas por el sistema, fracasados, gentes con la vida y el alma frustradas, como Julie. Hasta que…

Un interesante guión que nos avisa de todo lo que está llegando correcta y funcionalmente dirigido por Kerren Lumer-Klabbers con una fotografía oportunamente fría de David Bauer y música clásica como acompañamiento a las imágenes.

Su tono oscila entre la comedia y el drama, funcionando mucho mejor cuando se acerca al segundo que cuando transita los caminos del humor noruego, quizás demasiado soterrado para nuestro espíritu mediterráneo, pero derrochando siempre una lucidez espléndida al analizar las causas del pez capitalista que, con sus fauces abiertas de par en par, viene a comernos y que ganó como la mejor serie en el Festival de Berlín.
Sergio Berbel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow