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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
5
Comedia Cinco historias de amor y de curiosas filias sexuales coinciden en un calenturiento verano madrileño. Dacrifilia, elifilia, somnofilia y harpaxofilia son algunas de las particulares formas de obtener placer que descubren nuestros protagonistas, pero para disfrutarlas tendrán que decidir cómo integrarlas en sus vidas. Sus sentimientos, sus miedos y sobre todo su sexualidad se transforman rompiendo tabúes, adentrándose en una etapa nueva, ... [+]
7 de octubre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera película “seria” de Paco León tras los experimentos con su madre y algún que otro cortometraje, con la que el humorista y actor se lanza a confirmar que, como director, tiene algo más que ofrecer aparte de exprimir la supuesta e inexplicable conexión de la inefable Carmina con cierto público. Visto así, el resultado es aceptable, simplemente aceptable, con León ofreciendo un producto que, aunque sin brillantez, tiene algún momento divertido y se deja ver con la misma facilidad con la que luego se olvida. Resulta curiosa la recepción casi unánimemente positiva de la película entre la crítica española y, en cambio, la acogida más tibia entre la prensa internacional. Bueno, más que curiosa resulta vomitiva, pero ya estamos acostumbrados.

“Kiki, el amor se hace” no es el producto fresco, atrevido y revolucionario que comentan por ahí. De entrada, León no se aleja de su zona de confort ni en género (comedia) ni temática (el folleteo), lo que no me resulta, en sí mismo, censurable. Al contrario, si estás empezando como director me parece apropiado ir paso a paso y con prudencia pisando por un terreno que conoces. Tampoco es especialmente fresco, con una colección de chascarrillos sobre sexualidad que, muchos de ellos, llegan quemados tras haber sido empleados en monólogos o reciclados desde otras películas, series, chistes o stories de Instagram. Y, desde luego no es para nada revolucionario: múltiples tramas picantonas independientes entre sí en cuanto a personajes y argumento, cosidas superficialmente para darle un aire de coherencia y profesionalidad que no engaña a nadie que no se quiera dejar engañar. Nuevamente, León parece querer ir poquito a poco y no se atreve con una única trama de larga duración (para la que probablemente no disponía de material) y concibe la película en términos de microtramas en las que puede concentrar el potencial humorístico que se le supone, como cuando hacía monólogos o sketches.

No tiene ningún momento de brillantez, pero sí pasajes divertidos, con un resultado global pasable que no decepcionará a sus incondicionales, pero no estamos asistiendo al alumbramiento en la dirección de un nuevo Orson Welles como parecen decir por ahí. Ni al de un nuevo Aaron Sorkin de los guiones.
OsitoF
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