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Voto de Razumikhin:
7
Voto de Razumikhin:
7
6.5
2,680
Comedia
España, finales de los años 40. Paulino Alonso es un hombre corriente, propietario de una ortopedia, que por su casual parecido con el dictador Francisco Franco es raptado y entrenado para la operación Jano. Su familia le da por muerto, e invocan su alma por medio del espiritismo con resultados negativos, lo que les hace sospechar que está desaparecido, pero no muerto. (FILMAFFINITY)
1 de octubre de 2024
1 de octubre de 2024
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parodia encantadora. Crítica sutil y descarnada, si eso se puede dar a la vez. La vi hace 20 años y no quiero volver a verla.
Prefiero quedarme con el recuerdo de mi padre completamente desternillado mientras me explica los chistes entre hipo e hipo.
Ahora, 20 ans après, me inspira un relato, en spoiler, por supuesto.
Prefiero quedarme con el recuerdo de mi padre completamente desternillado mientras me explica los chistes entre hipo e hipo.
Ahora, 20 ans après, me inspira un relato, en spoiler, por supuesto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
1- Mientras, en el cielo. (Suena espérame en el cielo, de Antonio Machín.)
Él y Franco cantan y sueñan juntos.
-Sé que el amor de mi vida es una campana que dobla, algo llevado, desesperación, se arranca Machín.
-Claro que sí Antonio. Dale. Ea.
-Espérame en el cielo, sigue Machín.
-¡Ea!
-Si no fuese pecado, segaría mi vida, continúa el cubano, contenido pero intenso.
-Me encanta tu música, dice Franco, sincero.
-Espérame en el cielo, cariñito adorado. Si no fuese pecado, segaría mi vida y así estar a tu lado, juntos así los dos.
-Novios de la muerte, Antonio, novios de la muerte. Franco está a punto de conmoverse.
La canción continúa mientras los dos bailan, Machín cogido a su guitarra y Franco agarrado a una escoba que se ha encontrado por allí tirada.
-¿Le gustó? pregunta el músico al dictador cuando la música acaba.
Franco tiene la lengua fuera y está besando los pelos de la escoba. Mira a Antonio, que afortunadamente ya está muerto y sonríe.
-Sí, ejem, sí, mucho, gracias Antonio.
-Perdone, caudillo.
- Aquellos ojos verdes de la preciosa in the mood for love parece le estaban guiñando, añade, juguetón.
-No, pero casi, dice Franco, que se pone a llorar, elevado, místico, soñador.
2-Un sueño de vida.
Franco sueña con el Pitina de Florentino, con un yate más grande, con una mujer mejor y la suerte de los hombres que no se tienen que preocupar por cosas más grandes que ellos mismos. Su legado, su legado es lo importante. Intenta apartar a las mamachichos de su mente.
-Mi legado, mi legado, mi legado. Eso es lo que importa. ¿Entiendes?
-Entiendo, dice Antonio, que no lo entiende en absoluto.
Sueña un sueño de muerte Francisco Franco Bahamondes.
¡Cuántas en su vida de todopoderoso! sueña.
Empieza a contar y le faltan dedos, le faltan ministros, le faltan conocidos.
-¡Qué vida! ¡Qué vida me he perdido! sueña.
Sueña el puñal su sueño de tigre.
3-La realidad, otro sueño.
-¡Cuádrense!
Nos reímos.
-¡Cuádrense!
Nos reímos. Ahora, ya no tanto.
-¡Cuádrense!
Nos cuadramos.
-¡Cuádrense, coño!
Nos cuadramos lo mejor que podemos. No queremos ser el recluta patoso.
-Les he dicho que se cuadren.
Nos cagamos. Lo somos.
Él y Franco cantan y sueñan juntos.
-Sé que el amor de mi vida es una campana que dobla, algo llevado, desesperación, se arranca Machín.
-Claro que sí Antonio. Dale. Ea.
-Espérame en el cielo, sigue Machín.
-¡Ea!
-Si no fuese pecado, segaría mi vida, continúa el cubano, contenido pero intenso.
-Me encanta tu música, dice Franco, sincero.
-Espérame en el cielo, cariñito adorado. Si no fuese pecado, segaría mi vida y así estar a tu lado, juntos así los dos.
-Novios de la muerte, Antonio, novios de la muerte. Franco está a punto de conmoverse.
La canción continúa mientras los dos bailan, Machín cogido a su guitarra y Franco agarrado a una escoba que se ha encontrado por allí tirada.
-¿Le gustó? pregunta el músico al dictador cuando la música acaba.
Franco tiene la lengua fuera y está besando los pelos de la escoba. Mira a Antonio, que afortunadamente ya está muerto y sonríe.
-Sí, ejem, sí, mucho, gracias Antonio.
-Perdone, caudillo.
- Aquellos ojos verdes de la preciosa in the mood for love parece le estaban guiñando, añade, juguetón.
-No, pero casi, dice Franco, que se pone a llorar, elevado, místico, soñador.
2-Un sueño de vida.
Franco sueña con el Pitina de Florentino, con un yate más grande, con una mujer mejor y la suerte de los hombres que no se tienen que preocupar por cosas más grandes que ellos mismos. Su legado, su legado es lo importante. Intenta apartar a las mamachichos de su mente.
-Mi legado, mi legado, mi legado. Eso es lo que importa. ¿Entiendes?
-Entiendo, dice Antonio, que no lo entiende en absoluto.
Sueña un sueño de muerte Francisco Franco Bahamondes.
¡Cuántas en su vida de todopoderoso! sueña.
Empieza a contar y le faltan dedos, le faltan ministros, le faltan conocidos.
-¡Qué vida! ¡Qué vida me he perdido! sueña.
Sueña el puñal su sueño de tigre.
3-La realidad, otro sueño.
-¡Cuádrense!
Nos reímos.
-¡Cuádrense!
Nos reímos. Ahora, ya no tanto.
-¡Cuádrense!
Nos cuadramos.
-¡Cuádrense, coño!
Nos cuadramos lo mejor que podemos. No queremos ser el recluta patoso.
-Les he dicho que se cuadren.
Nos cagamos. Lo somos.