Si alguien quiere saber algo sobre Brando que ignoraba, ésta es su película. El actor tenía la costumbre de dejar plasmadas en cinta magnetofónica sus impresiones sobre la vida, el cine, su vida íntima, sus alegrías y sus tragedias. Acompañados por la voz del inmortal actor, que se implica a fondo en (psico)analizar su infancia y a sus progenitores, vemos fragmentos de películas y documentales que nos acercan más a la persona que al mito, aunque es inevitable que su figura se vaya agigantando a medida que avanza el documental. Uno de los mejores trabajos de este género jamás filmado, está escrito y realizado por Stevan Riley, que consigue no caer en ningún momento en la deferencia o la hagiografía. Es Brando contado por él mismo, en sus miserias y grandezas, sin falsos aditamentos ni cucharadas de sacarina. Una obra capital para conocer al hombre contradictorio que nos legó joyas como El Padrino, El último tango en París, Viva Zapata o Apocalypse Now. Un Brando que no tiene ambages en reconocer que, en el último período de su carrera, rodaba mierda por sueldos astronómicos. Brando por Brando. Sólo para fans.