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España España · Madrid
Voto de Charles:
3
Tickled
2016 Nueva Zelanda
Documental, Intervenciones de: David Farrier, Dylan Reeve
6.4
1,053
Documental El periodista David Farrier, especializado en buscar en Internet cosas raras y bizarras, se topó con una misteriosa competición de cosquillas online. A medida que se sumergió más en ella, se encontró cada vez una resistencia más feroz a investigar, incluyendo insultos, pero nada le detuvo para intentar llegar al fondo de una historia más extraña que la ficción. (FILMAFFINITY)
9 de diciembre de 2016
5 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vivimos en una época asombrosa para el documental, como género.
Reportajes pueblan las pantallas, los canales de pago y el streaming digital, abriendo todo tipo de ventanas al espectador lo suficientemente curioso para acercarse a ellas.
Tan simple como escoger un tema, y casi seguro que estará disponible en forma documental.

'Tickled' entonces, plenamente consciente de esta tendencia, elige arrojar un par de preguntas al respecto: si se puede abordar literalmente cualquier cosa de manera seria y rigurosa, ¿cuál será el límite? ¿cualquier actividad, no importa cuán estúpida, será inmortalizada en un documental que hablará de sus bondades para la Humanidad?
Respectivamente, las respuestas acaban siendo unos sorprendentes "ninguno" y "sí".

Con una admirable seriedad, un periodista neozelandés llamado David Farrier y amigos se proponen descubrir la verdad sobre una Liga de Cosquillas cuyas implicaciones parecen ser más de las que se ven a simple vista.
Inocentes vídeos de jóvenes convenientemente atados mientras les hacen cosquillas son el único testimonio de una poderosa organización que parece inofensiva en principio, pero que rechaza cualquier tipo de acercamiento, porque los mails de entrevista de David solo encuentran respuestas de mala educación e insultos personales.

Comienza entonces una investigación, y partimos con desventaja: ¿qué es esto? ¿de verdad una liga chorra sobre las cosquillas merece tanto bombo como para un documental? ¿tan secreta es la historia como para que toda persona le diga a David que está en juego... su vida?
A nuestra perplejidad inicial le acaba siguiendo una lenta, gradual expresión de asombro: lo que en principio parecía una colección de filias raras, quizá curiosas de ser documentadas, acaba siendo el seguimiento de un fantasma internetero que ha fundado un imperio, sobre el lucrativo negocio de tener a casi todo el mundo pasándolo mal/bien mientras le masajean las axilas.

De alguna manera, pienso que este documental es más listo de lo cualquier espectador pudiera pensar, porque primero nos ha vendido una idea, una loca tratada con tanta rigurosidad que sería difícil dudar que no existe, y después articula un mundo a su alrededor, creíble por estar tan conectado a las actuales esferas de poder que rigen la sociedad.
Pero es que encima más tarde se vuelve inquietantemente real, tras caer la máscara de "esto no hay quien se lo trague", cuando lo que parecía un deporte forma parte de una organización exclusiva, y eso a su vez se difumina en identidades ocultas que acaban por sacar partido de los vídeos de cosquillas a su disposición: no es un funcionamiento tan extraño, teniendo en cuenta la gran cantidad de empresas que compran y venden información personal para su propio beneficio.
¿La horda de documentales de los últimos años dibujan tanto nuestra realidad que, básicamente, "nos lo creemos todo"? Pues sí, pero también puede ser que haya extremos ridículos en este mundo, dignos de ser creídos.

El documental aguanta difícilmente el visionado, porque da para menos de lo que tiene, y de alguna manera aporta demasiados detalles sin importancia en su ansia de probar que no es mentira.
Pero, en honor a David Farrier y su equipo, hay que reconocerlo: te tendrán dudando un buen rato. Y aún entonces, dirás ¿cómo puede ser esto verdad?

La magia de capturar el mundo en cámara digital y voz en off, supongo.
Charles
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