Media votos
5.4
Votos
2,758
Críticas
27
Listas
8
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Ocelot:
7
19 de diciembre de 2010
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen corto de animación del realizador ruso Garri Bardin, quien planteando el minimalismo como bandera realiza una amplia reflexión en apenas diez minutos que dura el vídeo.
A diferencia de su compatriota Alexandr Petrov, quien suele impresionarnos con sus cortos expresionistas, Bardin pretende contar una historia donde importa más el contenido que la forma, y en apenas diez minutos nos plantea una profunda disquisición sobre cómo se crea un ídolo, alguien a quien muchas veces se ignora o (como él mismo nos muestra) incluso se desprecia para luego endiosarlo y alabarlo una vez ha desaparecido. Me ha recordado un poco a la leyenda (no se me ocurre otra forma de llamarla pues no soy creyente) de Jesucristo, que también se supone que fue rechazado y asesinado por la gente de su tiempo, resucitó, subió al cielo y luego se pasó a adorarle como a un dios. Es posible que contenga una velada crítica al cristianismo, o al menos yo lo veo así. Dice filmaffinity que el film trata sobre la relación entre un líder y sus seguidores, cosa evidente, pero yo creo ver también desde mi modesto punto de vista una evidente crítica al racismo, mediante la representación de cómo, en nuestras sociedades organizadas, la aparición de un elemento diferente se interpreta automáticamente como una amenaza para el sistema que debe ser eliminada de inmediato.
Por cierto, inmejorable la elección como música de fondo del Adagio de Albinoni, especialmente en un par de escenas en las que las figuras se mueven al ritmo de la música en perfecta sintonía.
A diferencia de su compatriota Alexandr Petrov, quien suele impresionarnos con sus cortos expresionistas, Bardin pretende contar una historia donde importa más el contenido que la forma, y en apenas diez minutos nos plantea una profunda disquisición sobre cómo se crea un ídolo, alguien a quien muchas veces se ignora o (como él mismo nos muestra) incluso se desprecia para luego endiosarlo y alabarlo una vez ha desaparecido. Me ha recordado un poco a la leyenda (no se me ocurre otra forma de llamarla pues no soy creyente) de Jesucristo, que también se supone que fue rechazado y asesinado por la gente de su tiempo, resucitó, subió al cielo y luego se pasó a adorarle como a un dios. Es posible que contenga una velada crítica al cristianismo, o al menos yo lo veo así. Dice filmaffinity que el film trata sobre la relación entre un líder y sus seguidores, cosa evidente, pero yo creo ver también desde mi modesto punto de vista una evidente crítica al racismo, mediante la representación de cómo, en nuestras sociedades organizadas, la aparición de un elemento diferente se interpreta automáticamente como una amenaza para el sistema que debe ser eliminada de inmediato.
Por cierto, inmejorable la elección como música de fondo del Adagio de Albinoni, especialmente en un par de escenas en las que las figuras se mueven al ritmo de la música en perfecta sintonía.