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Cuba Cuba · Barcelona
Voto de Luisito:
7
Cine negro Bob es un viejo gánster y un jugador empedernido que está casi a punto de arruinarse. Entonces, a pesar de las advertencias de sus amigos, decide atracar el casino de Dauville. Todo está planeado a la perfección, pero la policía está informada del atraco. (FILMAFFINITY)
23 de febrero de 2014
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
No necesitamos que la voz en off que tan mínimamente lo señala vaya más allá de esas pocas intervenciones para que quede claro quién es Bob, alguien que es definido por quienes le rodean, por lo que hace, por lo que dicen de él, por lo que podemos percibir en sus reacciones. El aparente minimalismo de Melville supone sólo una pequeña barrera, una vez eliminada se pueden conocer y disfrutar de los ricos matices del carácter de un hombre muy enraizado en el código del hampa. "Bob el jugador" es la triste historia de un hombre que conduce sus maduros años de bar en bar, su apodo no engaña, Bob pertenece al mundo del juego y eso significa que a menudo se mueve entre seres que no son de fiar, truhanes y sinvergüenzas. Pero cuidado!!; él no es de los que traicionan, él puede moverse en el lado salvaje de la vida pero nunca dispararía, nunca delataría a nadie y es fiel con sus amigos de verdad.

La personalidad de Bob es, con diferencia, lo más atractivo de la película de Melville. Para adornarla, porque el cine es movimiento y permanecer en una sana contemplación sin acción sería pasarse, el realizador francés lo pone en un aprieto: lo arruina y a su edad, veinte años depués de su último golpe, lo pone en la cabeza del plan de un atraco de altos vuelos. Ese contraste, el que produce ver a un hombre algo mayor dispuesto a adentrarse en una espiral de acción desatada, es otro acierto de la película. Nada que protestar, la película se mueve por una cuesta abajo que es imposible detener y que conduce a Bob hacia lo inevitable. Lo cierto es que no hay muchas alegrías para él, Melville le ahorra el mal trago del atolladero que siempre supone la "femme fatale" de estas películas, hasta para eso nuestro protagonista es ya mayor y le presta el mal sabor de sus encantos a un secundario, pero pese la honorabilidad que transpira, no nos engañemos, Bob parece condenado desde el primer minuto cuando sale del primer bar.

Así que muy respetable Bob, muy respetable Melville y muy recomendable para aquellos que ya sepan de qué va el cine negro afrancesado, encontrarán aquí muchos motivos de satisfacción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Luisito
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