¿Por qué hay tantos y tantos directores del cine contemporáneo que necesitan ponerse la cámara al hombro?; ¿a qué se debe esa necesidad de darle a cualquier escena un temblor a la imagen? Empiezo quejándome de esta dolencia insufrible del actual cine como podría haber empezado criticando cualquier otra cuestión de "Incendies", algo más concreto como es ese casting alucinante que nos confunde a la hija con la madre, tal cual una y otra son idénticas, pero en distintas líneas temporales que el espectador debe adivinar. ¿Es un acierto poner a dos actrices tan semejantes, crear confusión y si no ves la película solo estar obligado a preguntarte si eres el único que se está perdiendo?: ¿es demasiado compleja la película realmente?

Más preguntas: ¿la verosimilitud en una película que no es ciencia ficción justifica una valoración?; ¿o es ya una cuestión de gustos?; porque lo que nos cuentan aquí no lo vamos a ver ni en el capítulo más enrevesado del peor culebrón venezolano... Y luego está la inclusión de una guerra civil y religiosa como contexto para la historia, cuestión de gustos también, eso es algo personal.

Resumo. Me parece que el sobresalto final, con una carambola elevada a la máxima potencia, es un exceso que nadie se merece, no porque sea de mejor o peor gusto, que sea inverosímil no es lo peor, sólo digo que encuentro más razonable una opinión que se posicione en contra de algo así. Hay más cosas que chirrían, que son una risa vamos... Más que los tres puntos en el talón o lo del autobús...