Estoy de acuerdo en que esta película, de no contar con el nombre propio de Stephen King detrás, apenas habría tenido mayor resonancia que la estantería de los videoclubs de la época y dudo mucho que hubiera llegado al siglo XXI siendo tan conocida. Del género de terror hay películas a patadas como "El cementerio viviente" y sobre todo, hay muchas menos conocidas mejores. No se trata de un desperdicio absoluto, si lo fuera allá arriba le habría dejado una estrellita únicamente, pero creo que las cosas se pueden hacer mucho mejor y ciertamente en su tramo final la película se convierte en un desvarío muy mal llevado.

Que lo mejor sea el niño actor dice mucho de la calidad interpretativa de los adultos, todo ello en una historia que arranca bien, con enigmas por resolver, con incertidumbre, con un gato estúpido y un vecino que a años luz se ve problemático... Pero luego todo rueda cuesta abajo de manera torpe, con hechos e irrealidades torpes y como resultado una desgana en el espectador, en mí, que penaliza demasiado el resultado final. Y la verdad, miedo, lo que es miedo, no mucho.